Málaga transforma su último suelo industrial para viviendas en torres

El nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) que la corporación municipal de Málaga aprobará provisionalmente en pleno el próximo jueves día 14 consagra la transformación en residencial de los últimos suelos industriales de la ciudad. Las fábricas de teléfono de Citesa, la de amoniaco, la Térmica o los depósitos de Repsol, que son referencias emblemáticas en la ciudad, lo serán a partir de ahora por los edificios de gran altura que se levantarán en estos suelos y que rompen la tendencia a la contención de alturas que tradicionalmente ha caracterizado el planeamiento de Málaga, salvo en La Malagueta. El equipo de Gobierno que preside Francisco de la Torre, auspicia las torres porque las considera elementos "singulares" que imprimen un carácter "moderno y vanguardista" de "gran ciudad". Según De la Torre, los tres espacios donde se proyectan los edificios más altos son "la nueva centralidad" de la ciudad.

De la Torre apuesta por bloques altos como símbolos de modernidad

El nuevo PGOU recoge 12 convenios urbanísticos firmados por el Ayuntamiento de Málaga con distintos promotores para el cambio de calificación de suelo o aumentos de edificabilidad. En ellos se contemplan más de 5.300 viviendas, prácticamente la sexta parte del total de casas de nueva programación incluidas en el documento.

El alcalde se resiste a dar a conocer los ingresos económicos que el Ayuntamiento obtendrá por estos convenios y dice desconocerlo. La suma de la media docena de los que sí ha trascendido el importe sobrepasa los 202 millones de euros. Los dos partidos de la oposición, PSOE e IU, cuestionan el procedimiento seguido y sostienen que no hay una auténtica ordenación, sino una suma de convenios que están en función de intereses privados.

De todos ellos, el más suculento es el firmado con Daeca Comárex para el desarrollo de los suelos que ocuparon los depósitos de Repsol y que reportarán al consistorio 84 millones de euros. La edificabilidad de la zona se eleva al triple, pasando a ser de un metro cuadrado de techo por metro cuadrado de superficie, y se alzará el edificio más alto de la ciudad, un bloque de 40 plantas y 160 metros de altura. Además, se proyectan otros cuatro edificios de 17 pisos. Se prevén 1.332 nuevas viviendas, de las que 399 serán de VPO, y equipamiento comercial y de oficina. El ayuntamiento resalta que hay 80.000 metros cuadrados de parque, pero la oposición lamenta la oportunidad perdida de hacer un gran parque en un suelo que alojó una actividad peligrosa y en una de la zona de la ciudad con más densidad de población.

Otras dos torres de 30 plantas se proyectan en Martiricos, junto a la antigua fábrica de Citesa, donde se programan 664 viviendas e ingresos para el Ayuntamiento de 23 millones. También los suelos de la antigua Térmica, llamados a convertirse en un espacio de un espacio emblemático, la "nueva acera de La Marina", una gran plaza donde conectan el nuevo paseo marítimo de poniente y el futuro eje norte-sur desde Teatinos, tendrá cuatro edificios de más de 20 plantas. El convenio con Endesa, que pagará 58 millones de euros, es uno de los últimos firmados por el consistorio junto al muy controvertido de Arraijanal, que le reportará ingresos de 28 millones. Esta parcela, la última de la ciudad con frente al mar que queda sin urbanizar y que la Junta pretende preservar como parque, el PGOU contempla 664 viviendas.

A la antigua fábrica de amoniaco se le da uso residencial para 1.420 viviendas. Entre los convenios incorporados al PGOU figuran dos con sendas órdenes religiosas para recalificar un trozo del colegio de Gamarra, donde se construirán 132 casas, y trasladar el céntrico colegio Maristas. En los terrenos de éste se prevén 198 casas y el Ayuntamiento obtiene suelo para un aparcamiento y comercios. También hay un acuerdo para la ampliación de Hipercor, que pagará 7,5 millones.