El reto de comunicar
Dos creativos fundan la agencia Zambra y Revuelo
Zambra y revuelo en la cacharrería del Ateneo. Llegaba don Ramón con sus barbas de padre Tajo, sucio, traslúcido y mordaz. Estas líneas, incluidas por Agustín de Foxá en su libro Madrid de corte a checa, nació de una lectura obligatoria en la clase de Literatura Española Contemporánea de la Universidad y acabó, con el paso de los años, representando muchas cosas en una agencia creativa llamada Zambra y Revuelo.
Sentados en un despacho de sus oficinas en el centro de Madrid, reconversión de un viejo piso de techos altos y largos pasillos, Jesús Puertas y Christel Penella, socios, "además de amigos y compañeros que se han visto todos y cada uno de los días desde comienzos de 2000", ríen al recordar que el nombre de la empresa que han fundado surgió de una tormenta de ideas, "y también de que Christel" -dice Jesús-, "además de lectora de la novela en cuestión, es sorpresa, ímpetu, ebullición de ideas, impulso creador".
Penella describe a su compañero como alguien cargado de mesura, inteligencia, racionalidad, cálculo frío... Opuestos y a la vez complementarios, los emprendedores han logrado atraer en tan sólo cinco años de actividad la atención de empresas como Mapfre, FNAC, Pladur o Carrefour, cuya web fue galardonada por Yahoo España como la mejor página de 2003 en la categoría de tiendas en línea.
Habla el uno, habla el otro. A veces se pisan el discurso, otras se corrigen, las más están de acuerdo. Se sienten cercanos. Al poco de que sus destinos se encontraran en eNetfinger, una de las consultoras pioneras en el mercado de la red de redes, empezaron a pensar en establecerse por su cuenta y riesgo. "Intentar la independencia empresarial y creativa es algo muy común en nuestra profesión", dicen. Y llegó la ocasión: "La empresa decidió eliminar nuestro departamento". No lo dudaron y luego casi se arrepintieron al comprobar que tenían claro lo que sabían hacer pero no lo que no. Les fallaban las habilidades gerenciales, recuerdan.
Constituidos en cooperativa, "teníamos un capital mínimo y, con la ayuda de un tercer socio, completamos el número mínimo de integrantes que la ley exige", Zambra y Revuelo echó a andar con algunos clientes como Carrefour, heredados de su anterior trabajo. Y se fueron añadiendo otros también procedentes de eNetfinger. "Nuestra antigua empresa nos utilizó como proveedor para trabajos que no podía hacer, puesto que ya no tenía departamento para ello. Tuvieron que externacionalizar estos servicios".
Primero trabajando en casa y luego, en una oficina del vivero de empresas municipal del madrileño barrio de Villaverde, Zambra y Revuelo creció "siempre con el planteamiento de no utilizar más que recursos propios, nada de créditos", aseguran sus socios. Así la pareja de creativos continuó en el desarrollo de productos de comunicación visual (diseño gráfico, publicidad en soportes convencionales, catálogos, campañas, diseño de páginas web...). "A pesar del desarrollo de las tecnologías, en cuyo uso hemos tenido que reciclarnos, la base de nuestro trabajo es la formación visual, llevamos muchos años de carretera", dicen.
Pero aún les quedan por rodar. Y su propósito es desarrollar proyectos globales, como los que ya realizan para emprendedores y ONG o el iniciado hace tan sólo algunos meses. "Planificamos y desarrollamos la campaña de difusión del proyecto europeo EQUAL sobre conciliación de vida personal y familiar". Un reto superado.
Perfil
- Jesús Puertas y Christel Penella son los fundadores de la agencia de creatividad Zambra y Revuelo. Él, durante cinco años, trabajó en FYCSA, uno de los primeros departamentos de medios interactivos que existieron en España; ella participó en campañas publicitarias para Renault, Whiskas, M&Ms...
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