La producción industrial registra en junio la mayor caída desde la recesión de 1993

El bache económico ha truncado con rapidez la fase alcista que ha vivido la industria en los dos últimos años. La producción de este sector cayó un 9% en junio respecto al mismo mes del año anterior, según los datos publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística. Se trata del descenso más abultado desde abril de 1993, cuando la economía era presa de la recesión.

El desplome del ladrillo tiene mucho que ver en este empeoramiento de la industria, pues la producción de materiales se encuadra en ese sector. Pero los datos se han visto agravados en junio por la huelga de transportistas, que frenó el ritmo de varias actividades, especialmente la automovilística, una de las más importantes para la industria española. La producción de coches cayó un 15% respecto a junio de 2007, según Anfac, la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones, que atribuyó ese brusco descenso al paro. Más allá de esa coyuntura, el sector se ve afectado por la caída de demanda en España y en otros países (las manufacturas del sector del automóvil se sitúan entre las principales exportaciones españolas).

Si la tesis de Anfac se confirma, la producción industrial debería registrar mejores resultados a partir de julio, aunque es previsible que las caídas interanuales se mantengan. Tras dos años de subidas ininterrumpidas, la actividad industrial comenzó a caer a finales del año pasado y las proyecciones económicas, cada vez más pesimistas, impiden augurar una pronta recuperación.

Los únicos bienes que se salvan del descenso de junio son los energéticos (agua, gas, electricidad, energía nuclear...), que suben un 2,1%. El resto registra fuertes retrocesos, principalmente los bienes de consumo duradero -caen un 20%-, pues son más caros y prescindibles en un momento de aprieto económico. Los no duraderos (alimentación y otros conceptos) moderan su retroceso al 6,7%, algo menos que en junio.

Los bienes de equipo, que fueron exhibidos en la anterior legislatura como prueba de la voluntad inversora de las empresas, se resienten ahora con una disminución interanual del 10,2%.