Julio fue algo más fresco que la media pero sin brisas que aliviasen el calor

Un verano de temperaturas suaves, pero con un calor asfixiante. ¿Qué está pasando? La ausencia de brisa del mar está provocando que las noches en la costa sean insoportables, a pesar de que el termómetro no se dispare hasta alcanzar nuevos récords. El director del Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante, Jorge Olcina, atribuye esta sensación de "bochorno a la ausencia de viento y brisa marina". Las temperaturas están siendo las habituales, incluso más bajas, pero "la humedad se ha disparado, con lo que la sensación térmica de calor aumenta", explica el catedrático de Geografía.

Efectivamente, julio fue algo más fresco que la medida de los 20 últimos años, y normal en cuanto a las lluvias, según el análisis difundido ayer por la Agencia Estatal de Meteorología. La temperatura ha sido 0,3 grados más baja que el promedio, similar a la de julio de 2007, algo más alta que en 2002 y 2004, pero "notablemente más baja" que en 2003, 2005 y 2006. Ha sido también el mes de julio más húmedo desde 2002, aunque la cantidad media de precipitación fue un 5% inferior a lo normal si se tienen en cuenta los registros entre 1971 y 2000. Añade la agencia estatal que la zona más cálida se sitúa en la franja litoral y zonas bajas prelitorales, con mínimas nocturnas muy cálidas por encima de los 23 grados en el litoral en los últimos días del mes.

En el laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante, en Sant Vicent del Raspeig, se registró ayer una humedad del 87%, el "máximo nivel de los últimos años, es un ambiente casi tropical", abunda Olcina, que aclara que esta situación provoca un aumento de cuatro o cinco grados la sensación de calor. "Estamos ante una situación de pantano barométrico, no sopla el viento y la sensación de calor se dispara", explica el experto. Jorge Olcina alerta de que los dispositivos de ola de calor que se activan por parte de las administraciones tienen en cuenta los valores térmicos absolutos y no la sensación de calor que con el aumento de la humedad se puede alcanzar. "Estos criterios se deberían revisar y actualizar", defendió Olcina.