El poliedro eléctrico

Tras intentar comprar Iberdrola y Endesa, al final Gas Natural (GN) logra entrar en Unión Fenosa, la tercera del sector. Pero, quizá sea más significativo que la operación representa el primer paso para el asalto concluyente de Florentino Pérez a Iberdrola, donde con seguridad librará un duelo histórico con Sánchez Galán, por su control.

En definitiva, Pérez se va para quedarse, y abre otra batalla campal en este sector poliédrico, donde los accionistas de Endesa (Acciona y Enel) se están tirando los trastos a la cabeza. La pregunta es cuál de los dos socios será el primero en romper los pactos por los que se repartieron Endesa. Un panorama que contempla desde Viesgo el presidente de E.ON, Wurt Bernotat, a quien aseguran haber oído decir que él ya lo había advertido cuando se la quitaron de las manos.

Para GN la operación era una asignatura pendiente que siempre ha suspendido (una vez Endesa, la última, y, en dos anteriores, Iberdrola, la primera en compañía de Repsol). Pero se dan dos circunstancias que auguran que esta vez va la vencida. Por un lado, los accionistas (La Caixa y Repsol, que controlan la gasista, y ACS, dueño del 45,3% de Fenosa) están de acuerdo. Por otro, el Gobierno la respalda.

Para la primera ha contado la buena relación de los presidentes de ACS; de La Caixa, Isidro Fainé, (las dos entidades son socias en Abertis), y de Repsol, Antonio Brufau. Pero, por muy amigos que sean, hay un dato fundamental para que Fenosa acepte la oferta: la forma de pago. Los fracasos anteriores, sobre todo la OPA sobre Endesa que tanto lío armó, han convencido a GN que debe pagar en efectivo y no en papelitos (intercambio de acciones) como propuso entonces.

La Caixa (directamente y como accionista de Repsol) y Sacyr (principal accionista de la petrolera y cuya presencia no hay que olvidar) no han puesto reparos en financiar la operación. De paso, también quieren frenar a otros grupos que, si realmente estaban interesados, pueden responder con OPA competidoras o de otra forma.

El respaldo del Ejecutivo también es clave. Tanto Zapatero, como el ministro de Industria, Miguel Sebastián, han estado muy encima, informados de todo y han dado su apoyo. Y es importante porque, en ocasiones anteriores, el Gobierno ha sido determinante. En la etapa del PP, paró los dos intentos de entrar en Iberdrola; en la última, el Gobierno del PSOE apoyó la oferta sobre Endesa, que cayó por su propio peso ante la de E.ON.