Bilbao alerta sobre la crisis y critica la pesadilla de la violencia sin citar a ETA
Subraya la apuesta económica de futuro que supone el plan institucional
Vizcaya afronta con garantías su plan especial de inversiones para mantener la actividad y el empleo ante la sombra cada vez más alargada de la crisis económica. Así lo puso de manifiesto ayer el diputado general de este territorio, José Luis Bilbao (PNV), en su discurso con motivo de la tradicional recepción para conmemorar la festividad de San Ignacio y a la que asistió el lehendakari Ibarretxe.
Bilbao partió del "dato objetivo" de que en Vizcaya y en el País Vasco "el nuevo ciclo económico adverso está siendo contenido mejor que en otros ámbitos" y como prueba citó el incremento en un 8% de las retenciones del trabajo. Sin embargo, el diputado general asumió la "sensación mayoritaria de la ciudadanía" de crisis. Para ello citó que casi un 50% de las familias vizcaínas paga al menos un crédito bancario y que 4 de cada 10 personas están cambiando sus hábitos de consumo.
Frente a esta situación, Bilbao apostó por la confianza y recordó cómo hace 25 años tras el desastre social y económico que supuso el efecto de las inundaciones, Vizcaya afrontó una reestructuración que trajo realiadades como el Guggenheim, el Euskalduna, el Metro, el BEC, el Parque Tecnológico o diversos corredores viarios. En este plano situó el plan institucional de actuaciones extraordinarias presentado el pasado mes por el lehendakari y los tres diputados generales, que definió como un concepto clásico de la política económica de la socialdemocracia europea "en la que la Administración interviene para garantizar una respuesta a las dificultades como lubricante del motor económico de la sociedad".
Al aludir al compromiso de esta apuesta institucional, Bilbao recordó "la tozudez de unos pocos" como causantes de "un escalofrío de amenaza, de terror e intolerancia". Sin citar una sola vez a ETA como causante de "una violencia que no duerme", el diputado general de Vizcaya se convirtió en el primer cargo público del PNV que transmite su solidaridad con el concejal socialista Benjamín Atutxa a quien el 'complejo Vizcaya' pretendía secuestrar. Asímismo transmitió "un abrazo" para Rabanera, la Ertzaintza y "todos los que sufren el acoso irracional del terrorismo". En su alocución, Bilbao les transmitió "la solidaridad y cercanía" de la Diputación de Vizcaya y "de quienes amamos profundamente la libertad de las personas".
Ya en su despedida no se olvidó de referirse a las recientes muertes del navegante José Luis Ugarte y del periodista Bernardo de Arrizabalaga, que colaboró con el entonces diputado general José María Makua.
El acto reunió a los representantes de los principales sectores de la sociedad vizcaína, junto a los miembros del gobierno foral, de consejeros vizcaínos del Gobierno vasco como Gabriel Inclán y Tontxu Campos, y de la presidenta de las Juntas Generales del territorio, Ana Madariaga. Destacó la presencia de Josu Jon Imaz, en su condición de presidente de Petronor y que siguió la intervención de Bilbao desde la antesala, en un discreto segundo plano.
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