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Concentración en el sector aéreo

Caja Madrid aplaude la operación y será el primer socio del nuevo grupo

La caja española y la firma británica Invesco tendrán cada una en torno al 9% del capital - Las negociaciones finales se iniciaron hace tres semanas

Miguel Jiménez

La fusión diseñada por British Airways e Iberia encaja como un guante en lo que han sido los deseos expresados por Caja Madrid en los últimos años. La caja presidida por Miguel Blesa no quería vender Iberia, pero sí apostaba por alguna fusión. Finalmente, el esquema de la operación le permite seguir siendo un socio de referencia del nuevo grupo y respeta algunos puntos que la caja consideraba clave. Por eso, desde la caja madrileña no dudaron en saludar la fusión: "Caja Madrid aplaude el inicio de la operación. Haremos todo lo posible para que salga bien", indicaron en la entidad.

Caja Madrid dio un golpe de autoridad el año pasado al comprar un 13,4% de Iberia a BBVA y Logista, pero pagó esas acciones muy caras, a 3,60 euros por acción. Acumula en ese paquete minusvalías de 185 millones. Además de que la fusión cree valor, para la caja es importante que se respete la posición de Iberia. Con la fórmula diseñada, una sociedad toma las acciones de las dos aerolíneas a la vez. Pero no sólo se mantiene la marca, sino que la gestión de las operaciones de vuelo y de parte de las funciones pervivirá en cada compañía, mientras que habrá otras que se integren para obtener sinergias.

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Además, Iberia destaca que la fusión reforzará "la posición de Madrid como el principal aeropuerto de enlace entre Iberoamérica y Europa", algo que también valora la caja.

Hay otro punto del diseño de la operación que favorece a Caja Madrid. La entidad tiene ahora un 23% de Iberia y para que su posición en el nuevo grupo no se diluya aún más resulta clave la compra por Iberia de un 9,99% de British Airways. La española adquirió un 2,99% como "participación estratégica" y ha tomado una posición en derivados por otro 6,99% que sustituirá por acciones. Según la compañía, lo hizo "para establecer una simetría accionarial" con los intereses de British (que controla el 13,15% de Iberia), "así como para reflejar su convencimiento de los beneficios de una colaboración más estrecha".

Esas compras se realizaron en mayo y junio pasado y preparaban el terreno para la fusión. Fuentes de Caja Madrid señalan que la entidad no estuvo al tanto de esas compras ni de que se preparaba una fusión cuando su presidente, Miguel Blesa, compró 16.000 acciones de Iberia el pasado 11 de junio a 1,85 euros por título. De hecho, subrayan que la caja de ahorros no sabía nada de la operación "hace 15 días".

Fuentes próximas a la operación indican que las negociaciones finales han arrancado hace sólo tres semanas y que han sido llevadas por los gestores de las compañías. Eso sí, reconocen que la fusión cae como fruta madura, tras un proceso de colaboración estrecha de 10 años.

En todo caso, el ajuste de las participaciones cruzadas permitirá que Caja Madrid tenga en torno al 9% del nuevo grupo, según cálculos realizados tomando en cuenta el actual precio de mercado. La cifra definitiva no se sabrá hasta que no se fije la ecuación de canje de la fusión. La gestora británica de fondos Invesco tendrá una participación similar (quizá incluso ligeramente superior), pero su carácter no es el de un socio de referencia activo, sino el de un inversor institucional, al igual que el de los otros accionistas de la británica. De hecho, Invesco no está siquiera en el consejo de British Airways, de la que tiene un 12% del capital.

Los otros socios españoles también aplauden la fusión. La Sociedad Estatal de Participaciones Industriales, que tiene un 5,1%, la calificó como "operación interesante". El Corte Inglés, que ha elevado recientemente su participación al 3,37% del capital, apoya la operación y reitera su vocación de permanencia en la compañía.

Willie Walsh, consejero delegado de British Airways, a la izquierda, y Fernando Conte, presidente de Iberia, ayer en Madrid.
Willie Walsh, consejero delegado de British Airways, a la izquierda, y Fernando Conte, presidente de Iberia, ayer en Madrid.SANTI BURGOS

Sobre la firma

Miguel Jiménez
Corresponsal jefe de EL PAÍS en Estados Unidos. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS, donde ha sido redactor jefe de Economía y Negocios, subdirector y director adjunto y en el diario económico Cinco Días, del que fue director.

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