Reino Unido someterá cada año a examen a sus médicos
Los 150.000 médicos en ejercicio del Reino Unido deberán someterse a partir de finales de 2009 a evaluaciones anuales, así como renovar sus licencias cada lustro, en el marco de la reforma más radical que afronta el sector en los últimos 150 años. El plan busca "mejorar la calidad de la práctica médica y el nivel de satisfacción de los pacientes", según el director general de la Sanidad británica, Liam Donaldson.
Hoy por hoy, una vez que los facultativos han recibido su titulación, pueden ejercer durante 40 o 50 años sin apenas ser objeto de controles. A partir de ahora, los que trabajan en la asistencia sanitaria, en hospitales o en consultas privadas deberán demostrar que "están en forma" para seguir practicando. Se consultará a sus colegas y a los pacientes, que precisarán, a través de cuestionarios, si han recibido el trato adecuado y si el médico en cuestión les ha involucrado en la toma de decisiones terapéuticas. Este proceso anual servirá de base para la revalidación de la licencia, obligatoria cada cinco años.
La reforma persigue, además, identificar situaciones que puedan interferir en el buen oficio, incluidos el alcoholismo u otras adicciones. Quienes no cumplan los estándares serán apartados del ejercicio. Hasta la fecha, la revocación de una licencia sólo podía producirse si se presentaban quejas demostradas ante el Consejo General Médico (GMC, en sus siglas inglesas).
A la defensiva
Los críticos del nuevo régimen consideran que redundará en una mayor burocracia, y alertan de que los médicos acabarán dedicando menos tiempo a los pacientes, forzados a practicar una suerte de "medicina a la defensiva". La reforma, sin embargo, ha sido consensuada con las principales organizaciones médicas, después de dos años de difíciles negociaciones.
Sus promotores sostienen que la incorporación de estas evaluaciones ejercerá de revulsivo, porque persigue elevar los niveles en la asistencia médica.
El paquete de medidas está también destinado a restablecer la confianza del público, maltrecha a raíz de una serie de escándalos que han azotado a la profesión médica en los últimos años. Entre ellos, el caso del Doctor Muerte, Harold Shipman, que mató a 215 pacientes en 23 años. Quienes desconfían de la reforma aseguran que Shipman hubiera sido capaz de superar sin problemas los nuevos controles.
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