El Reina Sofía duplica su oferta

Casi el doble de las exposiciones que las celebradas durante la pasada temporada; artistas consagrados junto a otros menos conocidos; fuerte presencia de la escultura y un permanente espíritu de puertas abiertas del museo. Así resumió ayer el director del Reina Sofía, Manuel Borja-Villel, la esencia de la programación del centro para la temporada 2008-2009.

Como metáfora de esta nueva etapa, Borja-Villel anunció que a partir del 1 de agosto, las dos terrazas del edificio, hasta ahora vetadas al público, serán de libre acceso sin pasar por taquilla. "Creo que así se empezará a conocer el espíritu con el que Jean Nouvel se planteó esta ampliación, lo último en arquitectura fundido con los tejados del viejo Madrid. A partir de septiembre, montaremos un bar para que la visita sea aún más grata", explicó.

Todas las exposiciones, 40 enta entre los distintos centros, estarán dedicadas a artistas inviduales. "Gran parte son heredadas y las suscribo totalmente. Con artistas consagrados recorreremos todo el siglo XX", anunció el director. La temporada arrancará en octubre con la pionera del arte feminista Nancy Spero. Le seguirán dos grandes nombres de la fotografía: la neoyorquina Zoe Leonard y la producción más íntima y poética del leonés Alberto García-Alix. Las grandes producciones propias o en colaboración llegarán después, ya en 2009, con la primera gran antológica que España dedicará a Julio González. Siguiendo con la escultura, se podrá ver la antológica de Juan Muñoz que arrancó en la Tate y recaló en Bilbao y que Madrid ofrecerá una versión más amplia. La vanguardia española de entreguerras será otro de los grandes temas expositivos.

Las adquisiciones de obras del Reina Sofía fue otro de los temas tratados. Las últimas han dado que hablar más por cómo se han conocido que por su contenido en sí. La tercera compra del museo en lo que va de año ha costado cuatro millones de euros y en la lista se encuentran nombres indiscutibles y necesarios. Borja-Villel detalló ayer la lista de las piezas y las razones para su adquisición.

Esta lista había sido ya difundida el pasado martes por José Jiménez, director general de Bellas Artes, miembro del patronato del museo y columnista del diario El Mundo. La noticia fue recogida por la agencia Europa Press y la difundió la edición digital de El Mundo. El problema es que hasta el miércoles por la noche no se tenía el visto bueno del Tribunal de Cuentas y que lo habitual es que sea presentada por el director del museo. La filtración produjo primero sorpresa y luego malestar entre los responsables del Reina Sofía.

Borja-Villel respondió ayer en rueda de prensa que las próximas adquisiciones "serán comunicadas por el museo". El director optó por no extenderse más sobre este polémico asunto. Explicó, en cambio, que se han adquirido piezas que es difícil encontrar en el mercado (el caso de Medardo Rosso) que se vendían a un precio asequible (como los 12 dibujos de Grosz) o que completan un periodo determinado de un artista en la colección del museo (el óleo de Tàpies).

Añadió que espera que la crisis económica no repercuta en los planes y proyectos del museo. Todos los responsables están convencidos de que éste es un museo al que hay que ayudar y proteger.