Un día Jack Bauer tendrá que morir
Voy a matar a un amigo. Uno no puede ir acumulando amigos de por vida. A medida que se van uniendo unos, hay que ir sacando a otros. Y no es que yo sea el Fari De La Fies y tenga miles de amigos. Qué va, tengo muy poquitos. Lo que pasa es que soy una persona muy fiel y dedicada. Por eso tengo que cargarme a algunos, para que no baje el nivel de calidad de mis atenciones. Podría dejar que esas amistades se fueran apagando por sí solas (que es lo que hacen las personas normales). Esa llamada que no devuelves, ese email que no contestas, ese cumpleaños, boda, bautizo que dejas pasar. Pero eso a mí me mina mucho la psique. Así que he decidido cortar por lo sano. Jack Bauer (así le gusta que le llame) se ocupó de mi vida durante siete meses. Me puso casa, novia y trabajo. Yo a cambio le enseñé a entrar en contacto con sus emociones y a atender las necesidades afectivas de su pareja.
Después de un año siguiendo fielmente mis dictados, su relación se ha acabado yendo a la mierda y el Jack Bauer paralítico sentimental al que nada le afectaba anda muy sensible y jodido. Mientras, yo he encontrado otra casa, otro trabajo y otra novia (dos de esas tres cosas mucho mejores). Y no es que quiera matarle porque ya no me sirve para nada, quiero matarle porque yo no le sirvo para nada. Pero como yo ya me maté en la anterior entrega, me veo obligado a sacrificar a este pura sangre en horas bajas. Algún día Jack Bauer tendrá que morir. Claro que de repente pienso que el resto de mis amigos se van a sentir molestos si no les mato también. Porque yo hasta cuando mato, mato con cariño. Y les va a joder. Lo sé. Y se supone que mato para liberarme de culpa. Y no está funcionando. Mierda, esto es aún peor. Así que para que nadie se sienta discriminado ni ofendido, yo aquí y ahora proclamo muertos a todos mis amigos. ¿Veis? Si es que yo para los míos soy un río.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.