El método Guardiola

Despertó la mañana y 25 futbolistas, enfundados en sus camisetas de color naranja chillón, salieron a correr por los caminos de Saint- Andrews. Eran los jugadores del Barça, que se desplazaron hasta el campo de entrenamiento -algo más de un kilómetro- corriendo. La distancia no es mucha, pero sí resulta significativo que el equipo, en ocasiones, se desentienda del autocar para los traslados. Es una medida más del método de Guardiola, el nuevo entrenador del primer equipo, tan exigente como persuasivo.

Criticados varios jugadores por gandules durante la temporada anterior, la llegada de Guardiola hacía presuponer una revolución disciplinaria. Ya desde los primeros días en Barcelona, el técnico implantó los desayunos y las comidas como puntos comunes de encuentro y fijó las doce de la noche como hora de queda. Durante los entrenamientos en Saint-Andrews, como es habitual en doble sesión, Guardiola continúa exhibiendo su propio manual. "¡Dale, dale!" o "¡bravo!", se arranca para motivar a sus futbolistas en los primeros ejercicios físicos. Durante el partidillo, les adoctrinó con frases como "¡apretamos en todos los saques de banda desde ahora hasta la final!", o "¡hay que defender bien juntitos y la presión, si se hace, la hacen todos!". Una de sus máximas es que el balón nunca pare.

Lorenzo Buenaventura, preparador del equipo, es de la misma escuela. "¡Vamos, rápido, vamos a dar un poquito más!" o "¡venga, venga, al máximo!", son dos de sus coletillas. Los futbolistas se toman las exigencias con humor, conscientes de que la pretemporada marca el resto del curso. "Seguro que Guardiola sale a las seis de la mañana a correr solito", suelta uno con sorna. "No se cansa nunca, ¿eh?", señala otro al tiempo que se le escapa un resoplido. "Es que cuando haces pop ya no hay stop", apostilla el tercero, emulando un eslogan publicitario.

Guardiola no quiere dejar ningún cabo suelto. De ahí que se haya traído a Saint-Andrews a Pepe Costa, ligado a la secretaría técnica y que realiza los análisis técnicos de los jugadores en los entrenamientos, y a Domènech Torrens y Carles Blanchart, que analizan los entrenamientos y también a los próximos rivales en Escocia. "¡Vamos, sigue!", continúa Guardiola. "El ritmo es muy intenso, pero seguro que luego lo agradecemos", revelan unos jugadores que sólo pueden beber en los descansos. "No me ha sorprendido nada, pero sí que hace muchos juegos de posición y de tácticas", añade Henry. El aspecto negativo, sin embargo, es que cinco futbolistas ya se han retirado de los entrenamientos (Eto'o, Abidal, Crosas, Sylvinho y Oleguer) por lesiones ligeras. "Es normal que la gente se canse un poco más después de las vacaciones", sugiere Henry. "Grande, grande. ¡Un poco más!", sigue Guardiola.