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TOCO Y ME VOY
Columna
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Madurez

La madurez en el deporte de élite es sin duda uno de los bienes más preciados. Ahora que empieza una nueva temporada azulgrana, se puede afirmar rotundamente que lo que más le ha faltado al Barça en estos dos últimos años ha sido eso, madurez, una virtud fundamental para asimilar y superar el éxito de los años en los que se ganaron las Ligas y la Champions.

Qué es la madurez? El diccionario de la lengua española lo define así: "Buen juicio o prudencia, sensatez. Edad de la persona que ha alcanzado su plenitud vital y aún no ha llegado a la vejez". Son definiciones y palabras que se pueden aplicar a muchos de los grandes protagonistas del barullo barcelonista vivido en los últimos tiempos. Ha faltado buen juicio, prudencia y, sobre todo, ha existido un sensible déficit de sensatez.

Un ejemplo de madurez ha sido ver el pasado fin de semana cómo un jugador de golf excepcional, el australiano Greg Norman, lideraba el British Open con 53 años, compitiendo en unas condiciones meteorológicas infernales. Al final no ganó, quedó tercero, pero su comportamiento ha merecido los elogios de todos los aficionados del mundo. En un juego tan competitivo y en uno de los cuatro grandes torneos del año, ver al Tiburón blanco liderar la última jornada fue emocionante tanto para los miles de personas que lo vieron en directo en tierras escocesas como para los millones de espectadores que lo siguieron por televisión. Su actual mujer, la gran tenista Chris Evert, ganadora nada menos que de 18 Grand Slams, redondeó el encanto esperándole todos los días para felicitarle con una sonrisa y un beso, siempre en el hoyo 18.

Este año se han renovado las ilusiones en el Barça a partir de la figura de Guardiola, el nuevo director de orquesta. Muy joven como entrenador, pero con la debida experiencia en lo que significa el club, el fútbol y sus protagonistas centrales, que son los jugadores. Su apuesta por el trabajo cotidiano parece de buen juicio, prudente y sensata. Dentro de esta nueva filosofía, necesita que dentro del campo se imponga la madurez que ha faltado durante estos amargos últimos dos años. Ahí pueden ser fundamentales nombres veteranos, pero en plenitud vital, como son Puyol y Xavi. Tienen que ser dos referencias fundamentales en la dinámica de Pep. Son unos valores maduros que se incorporan tras las vacaciones con la moral de ser campeones de Europa y, más concretamente, en el caso del centrocampista, por haber ganado el trofeo al mejor jugador del torneo.

Otro aspecto del British Open puede servir de ejemplo para este Barça que intenta recuperar el tiempo perdido. En las apuestas británicas el favorito era Sergio García, un joven de 28 años, pero volvió a fracasar en un grande, con una última vuelta para olvidar. Le faltó seguramente esa madurez que tuvieron Norman o el campeón de este año, el irlandés Harrington, otro casi veterano de 37 años. Sería conveniente que Pep Guardiola, cuya pasión por el golf es superior a la que tiene por el fútbol, que ya es decir, visionara con toda su plantilla las dos últimas jornadas en el Royal Birkdale. Ver cómo un deportista como Greg, que lo ha sido todo en el golf, luchaba contra el viento y la lluvia durante horas y horas, puede ser una referencia muy positiva para este renovado grupo de futbolistas. Nunca habíamos necesitado tanto de la madurez, del buen juicio, del seny, como ahora.

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