Olafur Eliasson muestra su cara más íntima en Girona
Olafur Eliasson estuvo en Girona y se quedó con las ganas de crear una gran instalación en torno a las pintorescas casas de colores colgadas sobre el río Onyar, según revelaron los organizadores de la segunda parte de la exposición La naturaleza de las cosas, compartida con la Fundación Joan Miró, que puede verse hasta el 14 de septiembre en el centro cultural de Caixa Girona.
La exposición revela la faceta más íntima y cercana del artista, a partir de piezas de pequeño formato y de series fotográficas y grabados que analizan el paisaje áspero y desnudo de Islandia, su tierra natal. "Son más bien piezas salidas del estudio, no están pensadas como instalaciones para grandes museos y hablan del entorno más inmediato del autor", explica Felix Hallwachs, estrecho colaborador de Eliasson. En total hay 29 obras, entre ellas varias lámparas y luces montadas sobre trípodes que proyectan sombras y elipses, círculos concéntricos y densas telarañas de intrincados hilos.
La puesta en escena es simple, los materiales sencillos. "Nos encanta su capacidad para utilizar técnicas de ahora con resultados poéticos, sorprendentes", comenta Rosa Maria Malet, directora de la Fundación Joan Miró de Barcelona donde se expone la primera parte de la exhibición. Los organizadores sostienen que ambas se complementan y permiten una lectura compleja del trabajo del artista nórdico.
También se exponen varias series fotográficas que muestran la tierra islandesa a partir de imágenes de la agencia cartográfica del país. Son fotograbados tratados con colores fríos, azules, verdes y violetas. "Es una visión científica, no romántica de la naturaleza", apunta Hallwach. Sin embargo, no por ello dejan de transmitir, por ejemplo, la soledad o el aspecto agreste de aquellos parajes.
Destaca una serie dedicada al río Jocla desde su nacimiento hasta su desembocadura: todo un documento del tiempo, un archivo de los cambios y una entrada de la naturaleza en el museo. Otras imágenes cuentan historias de un paisaje a lo largo de un día, bajo luces cambiantes, a un ritmo también "científico, analítico". Además, los espectadores podrán experimentar sensaciones a partir de ingenios expuestos como un diafragma regulable para contemplar el reflejo del propio ojo o un estereoscopio que arroja imágenes de apariencia tridimensional.
Coincidiendo con la exposición de Eliasson, en la Fontana d'Or también podrá verse un conjunto de grabados de Joan Miró en homenaje a Gaudí.
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