Un impuesto 'Robin Hood' en Portugal
La recesión, en su definición académica (dos trimestres consecutivos de retroceso en el valor del PIB) ya ha hecho presa en Dinamarca, que se plantea incluso reducir su elevado impuesto sobre la renta, soporte básico de su sagrado Estado del bienestar. En la zona euro, Irlanda y Portugal, también echaron marcha atrás en el primer trimestre.
La crisis golpeará a Portugal de manera sostenida hasta 2010. Así de negro ve el futuro del país vecino el Banco de Portugal, que pronostica que la economía crecerá un 1,2% en 2008 y un 1,3% en 2009. El primer ministro, José Sócrates (socialista), ha prometido un aumento de las deducciones para los escalones más bajos del IRS (equivalente al IRPF) en materia de gastos de vivienda, y una modificación de los límites máximos del impuesto municipal sobre inmuebles. Además, el Gobierno aprobó el impuesto conocido como Robin Hood: un tributo excepcional del 25% a las compañías petroleras, cuyos activos están por las nubes, financiará gastos sociales.
El Banco de Irlanda, por su parte, estima que el año terminará con crecimiento cero, algo excepcional en un país acostumbrado a crecer al 4% y 5%. La caída se debe sobre todo al desplome de la construcción y a los efectos de la crisis financiera en las multinacionales extranjeras. Ante la caída de los ingresos fiscales y el elevado déficit púlico, el Ejecutivo irlandés ha aprobado un plan de recorte de gastos de 440 millones de euros este año y 1.000 millones en 2009.
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