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Entrevista:Danger Mouse | músico | música

"Cee-Lo y yo formamos una pareja imposible"

Diego A. Manrique

Danger Mouse, de nombre verdadero Brian Burton, está emocionado de participar en la nueva edición del Festival de Benicàssim (FIB): "Me gustaría poder ver el concierto de Leonard Cohen. Ignoro cómo encajará Leonard en un festival al aire libre, pero no quiero perdérmelo". Sin embargo, avisa que el gran concierto de su grupo, Gnarls Barkley, será el de mañana en la sala madrileña Heineken.

Gnarls Barkley es el proyecto donde Danger Mouse se alió con Cee-Lo, alias de Thomas Callaway, rapero reciclado en efectivo cantante de soul. Publicado en 2006, su Crazy se convirtió en la canción del año: aunque era bailable, transmitía la angustia de alguien cuya salud mental está en un equilibrio delicado. El tema tuvo infinidad de versiones a cargo de cantautores y grupos indie. Hace unas semanas, Gnarls Barkley editaban a toda prisa su segundo disco largo, obligados a adelantar su lanzamiento por una filtración a Internet: "Crazy se benefició mucho del boca a boca, pero ahora hemos visto la otra cara de la red, que te impide planificar un estreno simultáneo en tiendas digitales y en tiendas del mundo real. Fue un disgusto: yo estoy comprometido con la supervivencia de las tiendas de discos".

"Me decepciona el sonido de los MP3, pero nada podemos hacer si el público prefiere comodidad"

Inevitablemente, The odd couple está siendo comparado desfavorablemente con su predecesor, St. Elsewhere. Danger Mouse lo entiende: "El primero podía resultar más vistoso, por Crazy y la versión de Violent Femmes, pero defiendo que The odd couple es un mejor disco. Cee-Lo canta como nunca y hay una profundización en sentimientos que sólo podíamos intuir en el anterior".

Puede que esa tendencia a disfrazarse para las fotos empuje a considerar a Gnarls Barkley como un delirio friki, pero Danger Mouse insiste en que hay método detrás de su locura: "Queremos enfatizar que somos una pareja imposible, que estamos rompiendo barreras. Si Cee-Lo se vistiera como cualquier artista de rap, podría parecer que simplemente es un cantante invitado. Pero él participa en todo el proceso creativo".

Teóricamente, esta entrevista debía centrarse en Gnarls Barkley, pero resulta irresistible la tentación de salirse del guión y derivar hacia las labores de Danger Mouse como productor. No quiere hablar del próximo disco de Beck ("él debe explicarlo"), pero se extiende sobre obras ya editadas. Alaba sin cesar la creatividad de Damon Albarn, con quien ha colaborado en discos de The Gorrillas y The Good, The Bad & The Queen. Asegura que ha producido discos por los que hubiera pagado, "como experiencia educativa". Por ejemplo, The Black Keys y yo íbamos a trabajar con Ike Turner. No sé cómo era su relación con Tina [Turner], pero, al final, lo que cuenta es que estuvo en los inicios del rock and roll, el soul y el funk. Llegamos con él al estadio de las maquetas, pero se murió de repente [por una sobredosis] y decidimos hacer un disco de los Black Keys, inspirados por Ike. "Su paleta sonora parece tan ilimitada como su vocación de experimentar". Acaba de firmar Replica sun machine, de The Shortwave Set, un trío londinense: "Me encanta el pop psicodélico. Una rama de la psicodelia está llena de hallazgos musicales, gracias a su libertad conceptual".

Ese espíritu aventurero ya era evidente en el disco pirata que avisó del talento de Danger Mouse. En 2004, por Internet empezó a circular su Álbum gris, una colección de injertos donde se fundían rapeos de Jay-Z, de su Álbum negro, con fondos musicales del Álbum blanco, de The Beatles. Fue descargado millones de veces, antes de que EMI pusiera en acción a sus abogados. "No era más que diversión, pero me pudo salir caro. Aunque luego ha habido algún contacto extraoficial, como si estuvieran pensando en legalizarlo. Ya no me interesa, lo que pretendía era demostrar la potencialidad de esas técnicas y la posibilidad de distribuir algo fuera de las multinacionales".

Confiesa que no tiene grandes recetas para la salvación de la industria de la música. "Me decepciona el sonido de los MP3, pero nada podemos hacer si el público prefiere la comodidad sobre la calidad sonora, sobre todo si se trata de algo gratis". Prefiere actuar por su cuenta, incidir en lo que está al alcance de su mano. Por ejemplo, sus discos suelen durar 39 minutos. "Odio esos discos que ocupan toda la capacidad de un CD, casi 80 minutos. No se puede combatir la cultura de la gratuidad con esos discos interminables que terminan aburriendo".

Los integrantes de Gnarls Barkley. De izquierda a derecha, Cee-Lo y Danger Mouse.
Los integrantes de Gnarls Barkley. De izquierda a derecha, Cee-Lo y Danger Mouse.

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