Los resultados, un alivio

Los mercados andan sedientos de buenas noticias que alivien su pesimismo. Es difícil encontrarlas entre suspensiones de pagos, subidas de precios y despidos masivos. Pero ayer quisieron verlas en los resultados que se presentaron al otro lado del Atlántico. Bastó que el mayor banco de la costa oeste estadounidense, Wells Fargo, sorprendiera con unos datos menos malos de lo previsto -ganó un 23% menos que el año pasado- para que Nueva York abriera al alza.

Wells Fargo es el gran banco estadounidense que ha abierto el fuego. Su buen resultado animó su cotización y al resto de grandes bancos estadounidenses. Hoy le siguen Merrill Lynch, JPMorgan y Bank of New York; mañana, Citigroup, y la semana que viene, Bank of America y Wachovia. Una nueva oportunidad para medir la profundidad de la crisis financiera.

También contribuyó la bajada de los precios del petróleo (en torno a cuatro dólares por barril a ambos lados del Atlántico). La excusa en esta ocasión fue el aumento de las reservas en Estados Unidos en tres millones de barriles, más de lo previsto, y el pronóstico de que una menor actividad económica acabe por traducirse en una caída de la demanda de crudo.

Esta combinación derrotó a las malas noticias procedentes de los precios, tanto en Estados Unidos como en Europa. Y todo sin olvidar que, en medio del clima general de caídas, la volatilidad se ha convertido en la reina. Incluso ha crecido en los dos últimos días, en que el Ibex se ha movido en bandas de oscilación en torno a los 400 puntos.

Así, el Ibex, que durante casi toda la jornada se movió en la zona de pérdidas -estuvo a punto de caer por debajo de los 11.000 puntos-, acabó con unas ganancias del 1,22% y 11.287 enteros. Un comportamiento similar al resto de mercados europeos, excepto Londres, que se dejó un 0,41%. El índice selectivo marcó la tendencia de los mercados españoles.

Iberia fue la compañía que voló más alto del mercado continuo. Cerró la sesión con unas ganancias del 10%. La cotización de la aerolínea -justo el día en que su rival Spanair anunció el cierre de nueve rutas y el despido de casi un tercio de su plantilla- se benefició de la caída del precio del petróleo.