Capitanía acogerá gran parte de los objetos del Museo Militar de Montjuïc

Gran parte de las más de 6.500 piezas de los fondos del Museo Militar del castillo de Montjuïc harán un viaje muy corto: de la montaña a dependencias de Capitanía, en el paseo de Colom de Barcelona. Ése ha sido uno de los acuerdos alcanzados recientemente entre el Ayuntamiento de la ciudad y el Ministerio de Defensa dentro de las negociaciones entre las dos administraciones para decidir sobre varias cuestiones relativas a la cesión de la fortaleza que todavía se tienen que aclarar.

Ayuntamiento y Defensa discuten el destino de las piezas del museo

El pasado mes de junio fuentes de Defensa indicaron que el ministerio quería preservar los fondos del museo y que estaban buscando una ubicación en Barcelona (véase EL PAÍS del pasado 11 de junio).

Fuentes municipales señalaron que todavía no hay una fecha concreta para el desmantelamiento de las salas que ocupa el museo -las que rodean el patio de armas y la mayor, la del subterráneo-, pero sí se ha iniciado el estudio de las colecciones para decidir qué se preserva y dónde y con qué criterios.

El museo guarda desde hace décadas colecciones de armas de fuego y blancas, uniformes, cascos, documentos y diversos objetos tan dispares como bridas de caballos. De hecho, hay una vitrina entera dedicada a herrajes de monturas de caballerías.

Junto a objetos cuyo valor histórico es evidente -hay piezas singulares, como baterías antiaéreas de la Guerra Civil, cañones hechos en una fundición de La Rambla en el siglo XVIII y colecciones de pistolas y armas de fuego que explican la evolución de ese armamento a lo largo de la historia reciente-, hay otras cuyo valor sería más discutible con un criterio puramente histórico. En lo que muchos historiadores están de acuerdo es en la necesidad de preservar las colecciones y evitar que vayan a parar a cualquier mercado o entren en los circuitos de compraventa de ese tipo de objetos.

"El Ayuntamiento recuperará los fondos que le pertenecen, aunque está por determinar adónde irán", explicaban, escuetamente, fuentes municipales. El Consistorio es el propietario de aproximadamente el 21% de las algo más de 6.500 piezas que forman el museo. Las más conocidas son las que forman parte de la colección Marès, que fue cedida al castillo hace décadas. El Ministerio de Defensa es el titular de cerca del 33% de los fondos y otras administraciones públicas son las propietarias de aproximadamente el 10%, y hay un 20% que es de particulares.

Uno de los primeros escollos que se pueden producir en la toma de decisiones sobre adónde van a parar las piezas de las colecciones es, precisamente, el criterio de selección. Por poner un ejemplo, podría darse el caso de que piezas de artillería de la Guerra Civil se acumulasen en las dependencias de Capitanía porque son propiedad del Ministerio de Defensa, cuando posiblemente tendrían más sentido en otros lugares de la ciudad. Algunos historiadores han señalado, por ejemplo, que no deja de ser chocante recuperar las fortificaciones antiaéreas del Carmel para que estén vacías. El mismo ejemplo se utiliza con los refugios antiaéreos recientemente recuperados por la ciudad, como el de Montjuïc y el de la plaza de la Revolució, en Gràcia.