El Celta, optimista pese a las deudas
Confiaba en que Hacienda le devolvería dinero cuando saliese de números rojos
Las deudas lo ahogan, los acreedores se desesperan, los directivos sufren por los avales que han puesto, los jugadores amenazan con la huelga y, al igual que el verano, los fichajes siguen su curso como si nada pasase. El Celta de Vigo es una caja de sorpresas.
La situación del club, en manos ahora del Juzgado Mercantil número 1 de Pontevedra y de los administradores que éste ha designado, es crítica desde hace mucho tiempo. Tanto, que las cuentas de la temporada 2006-2007, presentadas por la Sociedad Anónima Deportiva hace dos semanas en el Registro Mercantil de Pontevedra, no han sido objeto de profundos análisis.
La deuda supera hoy los 41 millones de euros que refleja la cuenta de pérdidas
Y la verdad es que sus grandes números no asustan ya a nadie. La deuda parece superar hoy, con mucho, los 41 millones que refleja la cuenta de pérdidas y ganancias de la temporada pasada. En el informe de gestión, el club menciona lo que su presidente, Carlos Mouriño, ha venido repitiendo en el último año: que "el cierre de la temporada pone de manifiesto ciertas incorrecciones contables heredadas de ejercicios anteriores", hecho que arroja una deuda bruta de 84 millones.
Ese resultado parte, fundamentalmente, de dos apuntes concretos: de la "anulación de las activaciones de varios jugadores", es decir, del reflejo del descenso en el valor de mercado de esos activos, y de las provisiones que la Sociedad Anónima se vio obligada a realizar por importe de 18 millones de euros por una deuda que tenía recurrida ante Hacienda.
La deuda a corto y largo plazo con Caixanova sumaba al finalizar el ejercicio 2006-2007 los 23,5 millones de euros a través de tres préstamos y dos pólizas de crédito. Una situación de desequilibrio patrimonial que ha obligado a la sociedad dirigida por Carlos Mouriño a entrar en proceso concursal (suspensión de pagos).
Pero la contabilidad del club celeste de ese año también traslada mucho optimismo. En el cuadro que desglosa los saldos con las administraciones públicas, el Celta refleja un crédito fiscal por pérdidas a compensar de 17,8 millones de euros. Esto significa la posibilidad de compensar las pérdidas de un ejercicio con los beneficios de años posteriores, una opción que Hacienda permite, siempre y cuando se salga de los números rojos en la temporada inmediatamente posterior.
Algo que, sin embargo, entra en contradicción con el presupuesto de gastos de la temporada presente, en la que supuestamente comenzaría la remontada del club. Y así lo admitió el propio Celta en un comunicado el pasado mes de diciembre: los presupuestos de 2007/2008 son deficitarios en unos 10 millones de euros. ¿Cómo iba entonces a salir de números rojos? ¿Cómo se pueden compensar así las pérdidas de ejercicios anteriores?
En ese mismo presupuesto, que se adjunta en la documentación presentada en el Registro, se refleja una previsión de ingresos de televisión y publicidad de 3,5 millones de euros, muy lejos de los 16 que el Celta cobró en la temporada 2006-2007, cuando estaba en Primera División. Pese a prever un importantísimo descenso por este concepto, los planes de esta temporada han pasado por mantener el gasto de la plantilla: 13,8 millones a repartir entre los jugadores, el personal técnico y el sanitario (la plantilla profesional está compuesta por 37 personas). Los gastos en "personal diverso" este año tampoco respondieron al régimen de contención anunciado para equilibrar las cuentas: la previsión triplicó lo desembolsado el año anterior, pasando de uno a tres millones de euros.
Los mismos gastos y menos ingresos: los presupuestos de este año también anunciaban que entraría menos dinero procedente de abonados y socios, de 3,3 a 1,5 millones, y mucho menos de taquilla, de dos millones en 2006-2007, se presupuestan esta temporada 300.000 euros.
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