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Reportaje:

Balón de oxígeno para Laporta

Un juez da la razón a la junta del Barça, que no tendrá que avalar el presupuesto de 2006

Apenas unas horas después de que ocho directivos de la junta del Barça dimitiesen por el voto de castigo que supuso para la junta la moción de censura apoyada por más de 23.000 socios y de que Joan Laporta quedase en minoría, el presidente azulgrana recibió ayer un un balón de oxígeno inesperado. Un juez de lo civil de Barcelona sentenció que todos los miembros de la directiva, incluidos los dimisionarios y con Laporta a la cabeza, no deben avalar el 15% del presupuesto del club de 2006 y que la toma de posesión de aquel año no debe ser anulada. Los directivos, en consecuencia, no tendrán que avalar 41 millones de euros.

El socio del club Vicenç Pla demandó el año pasado a toda la directiva, el juicio se celebró el pasado 11 de junio y ayer trascendió la sentencia del juzgado de Primera Instancia número 24 de Barelona que justifica la actuación de Laporta y su junta. La sentencia puede ser recurrida ante la Audiencia de Barcelona, pero en caso de haberse fallado en sentido contrario hubiera colocado al presidente y a la directiva al borde del abismo, pues en la jurisdicción civil se puede solicitar la ejecución provisional de la sentencia mientras se resuelve el recurso.

El magistrado califica de "era negra para los intereses del Barça" la presidencia de Gaspart
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La sentencia afirma textualmente que "la actuación de la junta fue, cuando menos, de buena fe" y que el organismo competente para resolver la cuestión es la Liga de Fútbol Profesional, a la que se solicitó un informe, y consideró que la directiva azulgrana no tenía que avalar el presupuesto. A partir de esa decisión, el juez considera que el socio que demandó a la junta debería haber probado que el presupuesto presentado por el Barça y auditado no era exacto. Pero eso tampoco ha ocurrido.

Además, el juez entiende que "sería ocioso o en un cierto sentido simbólico concluir que la junta debía de prestar un aval por unas pérdidas que finalmente no se han producido". O al menos no se han podido demostrar. En este sentido, el juez recuerda que la temporada 2004-2005 se saldó con un superávit de 38,2 millones de euros que superaba ampliamente el 15% del presupuesto para la siguiente campaña. Y que en esa, las ganancias fueron de 71,2 millones de euros.

En otro momento, la sentencia explica que la nueva junta de un club debe avalar el resultado negativo de su gestión, pero nunca el de anteriores directivas. El juez califica de "era negra para los intereses tanto deportivos como económicos del Barça" la presidencia de Joan Gaspart y el período de transición de Enric Reina, previos a la llegada de Laporta a la presidencia del club, en junio de 2003. Aquella temporada se saldó con un déficit de 71 millones de euros.

La sentencia plantea la posibilidad de que Laporta hubiera "levantado la alfombra para exigir responsabilidades a la anterior directiva", pero en lugar de ello, "articuló alternativas económicas", a pesar de que "el valor contable" de la plantilla cayó en picado por "los nulos éxitos deportivos". El juez admite que "podría resultar extraño" que apenas un año después, "prácticamente cuadren las cuentas" y no sea necesario prestar el aval. El juez admite que "había pábulo para sospechar" que "se tensó la auditoría" para que cuadrasen las previsiones de Ferran Soriano, vicepresidente del área social del Barça, pero no se ha probado que fuera así.

Joan Laporta, tras la reunión del jueves con la junta directiva del Barça.
Joan Laporta, tras la reunión del jueves con la junta directiva del Barça.ASSOCIATED PRESS

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