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Cosa de dos
Columna
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La palabra

Tomàs Delclós

A costa de evitar la palabra y cultivar circunloquios, el presidente José Luis Rodríguez Zapatero ha convertido en noticia el empleo, por su parte, de un término: "crisis". La caza de la palabra ha sido persistente. La oposición criticaba al presidente que no quisiera decir las cosas por su nombre y él replicaba que lo importante no era la disputa nominalista sino las medidas para combatir la actual "situación". Y la palabra se hizo famosa hasta tal punto que pudimos escuchar a la patronal escarbando en la etimología china del término que invoca dos conceptos muy apropiados: peligro y oportunidad.

Finalmente, el martes la dijo en la entrevista que le hicieron en Antena 3. La buscó con ahínco su anfitriona, Gloria Lomana. Apareció pertrechada con un diccionario para mostrar al perifrástico presidente que los rodeos verbales sólo podían conducirle a la célebre palabra. Pero no la dijo con convicción, sino como una fatigada concesión a quien tan insistentemente la solicitaba: "En esta crisis, como ustedes quieren que diga, hay gente que no va a pasar ninguna dificultad", concedió. Ya había titular. La entrevista se cerró con un regalo: un vinilo de Supertramp titulado ¿Crisis? ¿Qué crisis? En medio, un Zapatero expansivo en las respuestas que apenas daba ocasión a las preguntas hasta que se le rogó brevedad "monográfica" -en lugar de monosi-lábica-, un despiste poco a tono con una noche tan gramática.

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El regalo no fue el único detalle preparado para introducir alguna diferencia en el habitual protocolo televisivo de las entrevistas con un presidente. La primera pregunta fue sobre la temperatura en el plató, por si quería quitarse la corbata, alusión a un episódico y sobrante litigio que se llevan Bono y Sebastián. Y lo más sorprendente, el autoetiquetado de preguntas. Carlos Alsina avisó al entrevistado de que iba a hacerle una pregunta "puñetera": "¿Se irá de vacaciones?". Puñetera quiere decir, según el diccionario, molesta, fastidiosa o cargante.

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