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Fomento entra en Serrabal con orden de la juez para iniciar las obras del AVE

Los técnicos de Fomento accedieron con antidisturbios cuando no había nadie

El fax de la mina escupió la orden judicial, que permitía la entrada del Gobierno, ayer a las 10.53 de la mañana. Era la primera notificación que recibía la empresa Ramsa, concesionaria de la explotación de la cantera de cuarzo de Serrabal, en el municipio de Boqueixón. Oficialmente, esta firma del Grupo Villar Mir se enteró de que las obras del AVE habían empezado en el lugar cuatro horas y 13 minutos después de que realmente empezasen. A las 6.40, los topógrafos de Fomento, personal auxiliar y una pala excavadora habían irrumpido en el yacimiento custodiados por una nube de antidisturbios de la Guardia Civil y vigilantes de seguridad privada contratados para la ocasión.

No hubo oposición, como temía la juez de Santiago que dio la autorización: el trabajo, en la cantera, comienza a las siete de la mañana, y 20 minutos antes sólo había cuatro mineros tomando café. Según el presidente del comité de empresa, Florentino Castro, entre custodiados y custodios "la mina fue tomada por un ejército de 150 personas" y no hubo nada que hacer. Sin embargo, el propio Castro advierte que Serrabal no se rinde: "Han ganado una batalla, pero la guerra continúa".Más allá del Banco Cero, la zona de la mina que perforará Fomento para abrir el túnel del tren, trabajaban, al mediodía, los camiones volquete de Ramsa. Mientras, el comité de empresa se reunía en la entrada principal de la cantera, y

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en el Banco 1 (el filón del valioso cuarzo solar), la pala del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) abría paso entre la maleza a los topógrafos del ministerio.

Un helicóptero sobrevolaba la mina y, en tierra, por todas partes, furgones de la Guardia Civil y grupos de antidisturbios vigilaban lo que era sólo silencio. En Serrabal quedaban las huellas de los primeros días de resistencia, las barricadas de piedras y los neumáticos quemados el 10 de junio, hace exactamente un mes, pero ayer los trabajadores optaron por no usar, "de momento", la fuerza. "Tenemos orden de permanecer en la mina de forma indefinida", reveló uno de los antidisturbios. A algunos de estos agentes, venidos de Pontevedra, les han suspendido las vacaciones y los días libres.

Los antidisturbios de Serrabal, que según ellos son "medio centenar", estarán de día y de noche en la mina, cerca de las tiendas de campaña que también han plantado los trabajadores para hacer guardia. Las mismas tiendas azules con las que acamparon en invierno ante la Xunta para pedirle a Touriño que mirase por sus puestos de trabajo.

El martes, el Adif mandó un escrito al delegado del Gobierno, Manuel Ameijeiras, pidiéndole el "auxilio de la fuerza pública para entrar en Serrabal". Ameijeiras declaraba ayer que movilizó a los agentes porque tenía la "obligación ineludible de amparar la legalidad". Además, reclamó de la plantilla de la mina "un comportamiento juicioso y civilizado", ya que en estas obras del AVE "no hay punto de retorno".

Los abogados de Villar Mir enviaron ayer faxes a la Administración pidiendo la orden judicial porque, afirmaban, aún no la habían recibido. Los representantes legales del grupo, según fuentes del Gobierno central, acusaron además a Fomento de ocupar "terrenos diferentes a los que fueron objeto de la expropiación".

Fallo técnico en Uxes

Por otra parte, el tren entre Vigo y A Coruña se vio interrumpido ayer tres horas por las obras del AVE en Uxes, y a las 19.25 ya se había restablecido, informa Belén Kayser. Dos trenes que iban a A Coruña pararon en Santiago y sus viajeros terminaron en autocar el trayecto. Los cuatro trenes que salieron de A Coruña se detuvieron en Uxes, y los usuarios fueron en bus hasta Vigo. Según el Adif, unas "voladuras controladas" causaron el corte de la vía.

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