Rock in Rio y La 2
Tan de acuerdo estuve con Carlos Boyero cuando leí su columna Desvergüenza el domingo pasado, que hoy me he visto con su misma desesperación intentando ver el concierto que La 2 ha televisado de Amy Winehouse y que tantas ganas tenía de ver. Y es que lo de hoy ha sido una desvergüenza más, que definitivamente hace que nada de lo que realice la televisión pública haga que nos molestemos en enchufar la tele.
Pensé que, a falta de poder acudir a Madrid, el hecho de que pudiéramos disfrutar de un concierto como el de Amy, aunque fuera televisado, sería una buena forma de pasar parte de la noche disfrutando en casa. Cuál ha sido nuestra sorpresa al encontrarnos un corte de más de 20 minutos justo en la mitad, haciendo que al volver la retransmisión al concierto, únicamente diera tiempo a ver una canción más y que su banda se despidiera del público. Después comenzó un programa de apuestas del Estado, con sus correspondientes imágenes de jinetes galopando en mitad de una carrera hípica. Una vez terminado el concierto de Amy, se ha acabado de rizar el rizo: imágenes a medias de las canciones que no hemos podido ver en directo adornadas con estupendos comentarios que no permitían escuchar nada, con cortes en las imágenes y, en medio de este despropósito, nos han obsequiado con una entrevista con el mánager de la cantante que se había grabado con anterioridad y que resultaba ser de lo más insustancial. Ya van dos desvergüenzas, y la noche sigue con Jamiroquai y Shakira. A ver qué se les ocurre para terminar la velada, aunque pienso que lo peor ya se ha hecho y no tendrán con qué superarlo.
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