"Ojalá les hubiera visto las caras"

La madrugada del sábado cambió las vidas de Manuel Sánchez González, de 43 años, y la familia de Tamara Leyton, de 20. El hombre escuchó unos ruidos fuera de su casa del núcleo rural de El Marquesado, en Puerto Real (Cádiz). Salió a la calle y no ha podido olvidar lo que vio. "Dos hombres, uno de rodillas y otro de pie, me encañonaban". El primer disparo le pasó cerca de la cabeza, los otros, los que le impactaron, fueron a la cara, barriga y a la pierna. Él lo puede contar, Tamara no. La joven fue enterrada ayer tras un funeral al que acudieron unas 400 personas. Ella, junto a su madre y su hermano, que resultaron heridos, también fue tiroteada minutos después de que Manuel Sánchez evitara la muerte al poder esconderse en el interior de su casa.

La policía da por hecho que ambos casos están relacionados porque en las dos situaciones los testigos hablan de dos jóvenes que portaban escopetas de caza y huyeron a bordo de un coche oscuro, que ya ha sido encontrado. Sin embargo, Manuel Sánchez no guardaba ninguna relación con Tamara Leyton y su familia. "Creo que se equivocaron de puerta. Iban a por otros y se confundieron conmigo", explicó ayer el hombre desde la cama del hospital clínico de Puerto Real, donde se recupera de sus heridas.

Este militar en la reserva, que acaba de superar las sesiones de quimioterapia, relata con entereza los angustiosos minutos que vivió aquella noche. "Vengo de perder 20 kilos y estaba muy débil. Cuando me dispararon, me metí corriendo en casa, cerré la puerta y me arrastré hasta el teléfono. Llamé a la Policía primero y, después, a los vecinos para que no salieran de casa. Después ya vinieron los agentes y la ambulancia".

Los cuerpos de seguridad llegaron hasta el lugar y, minutos después, supieron de otro incidente a apenas dos kilómetros de esa zona. Allí la escena fue similar. Dos jóvenes dispararon contra una casa. El ruido despertó la curiosidad, y al salir a la calle, se produjo el tiroteo. Tamara Leyton recibió disparos en varias partes del cuerpo que la mataron casi en el acto.

Desde el hospital Manuel Sánchez confía en la Policía. "Espero que los cojan. Esa gente no merece estar en la calle. Lo único que pido es que no salgan a los tres días. Ojalá les hubiera visto las caras".