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La máxima autoridad judicial británica defiende la ley islámica

El juez Phillips apoya que se asuma parte de la 'sharía'

El más alto cargo de la Justicia británica, lord Nicholas Philips, se ha alineado con el arzobispo de Canterbury al defender la introducción de parte de la ley islámica en el sistema judicial británico, aunque dejando clara la supremacía de la ley británica y descartando la posibilidad de que se introduzcan tribunales islámicos o se puedan aceptar castigos corporales como la amputación de extremidades.

Philips habla con gran autoridad: hoy ocupa el más alto cargo del poder judicial en Inglaterra y Gales en calidad de jefe de los lores jueces (lord Chief Justice) y se convertirá en el primer presidente del Tribunal Supremo del Reino Unido cuando este tribunal, aprobado en la reforma constitucional de 2005, entre en funciones, en octubre de 2009.

Sus palabras, pronunciadas el jueves por la noche en una intervención ante varios cientos de musulmanes congregados en el Centro Islámico de la mezquita de Whitechapel, en el este de Londres, se parecieron mucho a las de febrero pasado de Rowan Williams. El arzobispo creó entonces un gran revuelo al defender por primera vez la introducción de la sharía como sistema de mediación entre los musulmanes que así lo quisieran para dirimir disputas familiares o contractuales.

Pero si las palabras del arzobispo pudieron parecer de alguna manera interesadas, al defender una visión religiosa de la justicia, las de lord Philips serán menos controvertidas porque proceden precisamente del hombre que ha de velar por la supremacía del sistema judicial. "No hay ninguna razón para que los principios de la sharía, o cualquier otro código religioso, no pueda ser la base para una mediación u otras formas alternativas para la resolución de disputas, (...) [en el bien entendido de que] ninguna sanción por dejar de cumplir con los términos acordados en la mediación pueda ir contra las leyes de Inglaterra y Gales", dijo el juez.

Y puso el ejemplo de que así, "una mujer musulmana divorciada de acuerdo con los principios de la sharía sería libre para casarse otra vez, pero no lo es si sólo se divorcia en los tribunales civiles". Lord Philips insistió en que se tiene una imagen equivocada de la sharía porque la gente cree que "es sólo acerca de sanciones como azotar, apedrear, mutilar las manos o degollar a quienes no cumplen con la ley". Aunque sin el dramatismo que rodeó a los comentarios del arzobispo, las palabras del juez fueron acogidas con cautela tanto por quienes se oponen como por quienes defienden la sharía.

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