Montilla afirma que el castellano no necesita "ninguna defensa"
Es poco frecuente que los diputados de Esquerra Republicana en el Parlament aplaudan a sus socios de Gobierno. Tampoco el presidente de la Generalitat suele gozar de los aplausos de los diputados independentistas. Pero ayer algunos de estos parlamentarios rompieron esta regla no escrita al escuchar la defensa de la lengua catalana que José Montilla hizo a raíz del manifiesto "por la lengua común" que el entorno del PP y del partido de Rosa Díez están promocionando por toda España.
Los republicanos, para desespero del PP y de Ciutadans, quedaron gratamente impresionados al oír del presidente una gran cantidad de frases contundentes en defensa del catalán y en contra de proteger el castellano.
Montilla aseguró que "el castellano no necesita ninguna defensa porque no está en peligro" y recordó que la "lengua propia" de Cataluña es "el catalán". El presidente cargó contra el manifiesto en defensa del castellano por considerarlo "innecesario" y porque, afirmó, va "contra el Estatuto y la Constitución". Y es que el Gobierno catalán entiende que si las críticas del manifiesto a los usos lingüísticos de las comunidades con lenguas cooficiales se reflejaran en una ley, ésta sería inconstitucional.
Pocos argumentos
En otro intento de contentar a sus socios de ERC, Montilla hizo también una encendida defensa de las importantes subvenciones que recibe la plataforma Pro Selecciones Deportivas Catalanas: 1,2 millones de euros cada año. El diputado de Ciutadans, Albert Rivera, aprovechó el fervor de la victoria española en la Eurocopa para agitar en la Cámara una camiseta de la selección española al tiempo que criticaba las ayudas a las selecciones catalanas. Montilla le respondió exigiendo "seriedad".
Mucho menos prolijo fue el presidente al ser interrogado por Artur Mas sobre las razones por las que el Gobierno no ejecutó la totalidad del presupuesto de áreas como Industria, Turismo o tratamiento del agua en 2007. Mas se lo reprochó porque entiende que este tipo de inversiones ayudan a dinamizar la economía en momentos de crisis. El presidente sólo atinó a responder que su Gobierno se centró en 2007 en el capítulo de inversiones. Pero de los 2 minutos y 30 segundos que tenía asignados para responder, apenas empleó uno, algo muy inusual y que la oposición interpretó como un déficit de argumentos del presidente.
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