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El tiroteo de Carcasona provoca la dimisión de un alto mando francés

Sarkozy increpó a los jefes militares con quienes fue a visitar a los heridos

El general Bruno Cuche, jefe de Estado Mayor del Ejército de Tierra de Francia, presentó ayer su dimisión, que le fue inmediatamente aceptada por el presidente, Nicolas Sarkozy. A Cuche, un militar de gran prestigio, no le quedaba otra alternativa tras el tiroteo ocurrido el pasado domingo en un cuartel de la ciudad de Carcasona, durante una jornada de puertas abiertas al público, que se saldó con 17 heridos de bala cuando un sargento disparó sobre el público asistente con munición real, durante una "demostración" de cómo el Ejército afronta una toma de rehenes en un espacio público.

Los expertos no entienden cómo se apuntó a la gente en el simulacro

Sarkozy, que el lunes visitó a los heridos, entre los que hay varios niños, calificó el incidente de "aterrador" e increpó directamente y de forma "muy agresiva" a los altos mandos del Ejército que le acompañaban, incluido el general Cuche, tratándolos de "aficionados", según declararon testigos de la conversación citados ayer por varios medios de comunicación. "El presidente de la República espera que los Ejércitos saquen todas las conclusiones [del drama] en cuanto a su organización y su funcionamiento", decía el seco comunicado emitido ayer por el Elíseo, aceptando la dimisión del general Cuche. Tan solo el ministro de Defensa, Hervé Morin, saludó la trayectoria profesional del general, que debía pasar a retiro en agosto.

Conforme se van conociendo los detalles de lo sucedido el pasado domingo en el cuartel del Tercer Regimiento de Paracaidistas de Infantería de Marina, de Carcasona, más crece la irritación. Los visitantes, en su mayoría familias enteras, fueron obsequiados con una visita al cuartel y un aperitivo, así como con una serie de ejercicios militares, entre ellos este simulacro de toma de rehenes.

"Parecía como una película", explicaba uno de los asistentes, recordando cómo cuatro soldados disparaban ráfagas de ametralladoras por encima de la gente, en dirección a los supuestos "terroristas" que se movían por el fondo. La diversión tornó rápidamente en tragedia cuando empezaron a caer al suelo las víctimas. Hasta 17.

El sargento, de 28 años, había llenado su cargador con balas reales. No se sabe cómo ni por qué. Parece evidente que fue un error, aunque los cartuchos de fogueo son azules y los reales, rojos. Y está prohibido llevar munición real. Más allá de la utilización de balas de fogueo, lo que sorprende a todos los expertos es en sí mismo el espectáculo, la "demostración" (según la definición oficial) que escenificaron los mandos, como si fuera un reality show. Los especialistas militares son unánimes: nunca se apunta con un arma, ni siquiera descargada, sobre una multitud. Los civiles no deben jamás estar en la línea de fuego, que es lo que sucedió el domingo. "No disparó en dirección de la multitud, sino sobre otros militares que simulaban ser los secuestradores y que se desplazaban al fondo de la gente", explicó el coronel Benoît Royal, jefe del servicio de información del Ejército de Tierra.

El estado de los heridos, especialmente el de los tres más graves, entre los que se encuentra un niño de tres años, mejora y su vida ya no corre peligro. El sargento ha sido acusado de homicidio involuntario. El alcalde de Carcasona ha salido en defensa de los inquilinos del cuartel, que para la ciudad representa una importante fuente de ingresos, pero cuya continuidad, en función del Libro Blanco de reforma de las Fuerzas Armadas, no está garantizada. La dimisión de Cuche se produce en medio del malestar que existe en el sector castrense con los planes de Sarkozy.

El general Bruno Cuche, en noviembre pasado.
El general Bruno Cuche, en noviembre pasado.AFP

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