"Esto sólo es el principio"

Bajó el Rey al vestuario y felicitó a los futbolistas que habían conseguido un hito histórico para el fútbol español. Visiblemente feliz, comentó después: "En nombre del fútbol español, gracias a todos los aficionados. Fuimos muy felices con la medalla de oro de los Juegos Olímpicos, pero ahora también. Es un éxito muy grande". En la grada, la afición se resistía a marcharse del campo y al grito de "España entera se va de borrachera", los 10.000 aficionados que tuvieron el honor de ver al capitán de la selección, Iker Casillas, levantar el trofeo que les acredita como campeón de Europa, festejaba un éxito que, según dijo Fernando Torres, "pone a España en su sitio": "Ha ganado el mejor. Siempre quisimos el balón y en todos los partidos hemos superado al rival".

Elegido mejor jugador del partido, Torres confesó que hasta que lleguen a España no alcanzarán a entender lo que han sido capaces de conseguir. "Esto lo había visto sólo por la tele", bromeó. Los jugadores mantearon a Luis Aragonés, que intentó rebajar su protagonismo huyendo al vestuario tan pronto Casillas levantó la copa.

Visiblemente emocionado, Casillas, el segundo futbolista español en coger el trofeo que honra a la mejor selección europea -el anterior fue Olivella, en 1964- entró en el vestuario y reunió al grupo: "Esto no queda aquí. Ahora, a por el Mundial", bramó el capitán, otra vez providencial en diferentes fases del encuentro. Con él al frente, el equipo hizo la conga por los pasillos de la zona mixta cantando Que viva España. "Éste es el triunfo del grupo, la victoria del trabajo bien hecho. Hemos ganado todos, los que más minutos han jugado y Palop, que no ha jugado nada. Todos, incluidos los fisios, la gente de la prensa, los utileros... Todos somos campeones", dijo visiblemente emocionado Casillas. "Al levantar la copa, sentí una alegría inmensa por la afición. Porque estaba cansado del sambenito de los cuartos. Creo que mucho gracioso se tendrá que callar la boca", añadió al ir a subirse al autocar.

"Estamos locos por volver a España y compartir esto con toda la afición. Esto va por ellos. Somos el que mejor fútbol ha hecho y nos lo merecemos", atinó a decir Villa, que antes de la Eurocopa firmó un autógrafo a un aficionado con la frase: "El pichichi de la Eurocopa". Cumplió. Sólo ha necesitado tres partidos y medio para conseguirlo. Cuatro goles que terminaron por superar a Podolski, que en la final se quedó sin marcar. "Éramos los mejores en baloncesto, en tenis, en automovilismo... Sólo nos faltaba el fútbol y ya lo somos", explotó Villa.

Iniesta tampoco podía disimular su alegría. "¡Joder, joder, esto es la hostia!", mascullaba ante las cámaras de la televisión el manchego, que añadió: "Esto es sólo el principio. Estoy seguro de que vamos a seguir consiguiendo cosas importantes porque somos un grupo muy joven que debe seguir prosperando". Cesc, de 21 años, parece la evidencia de esas palabras. El centrocampista del Arsenal, titular en la final, aseguró que había hecho realidad un sueño: "Hemos hecho nuestro trabajo, hemos cumplido bien. Espero que hoy os emborrachéis todos".

Marchena, el hombre que fue a buscar a Luis para que celebrara con todos ellos la fiesta, dijo que la clave había sido la combinación entre "el talento de los jugadores y la unidad en el vestuario". Luis, tan criticado antes de empezar la Eurocopa, ha terminado por cerrar un torneo impecable. Ahora le toca recorrer el camino de Santiago tal y como prometió si alcanzaba el éxito.

Palop, que subió a recibir el trofeo con la camiseta que lució Arconada en la final de 1984, perdida ante Francia en París, también dijo haber cumplido su sueño, aunque no jugó ni un solo minuto: "Era mi oportunidad para reconocer el valor del que fue siempre mi ídolo y que desgraciadamente sólo era recordado por un fallo. Yo tenía nueve años cuando la final de París. Fue un día desastroso. Vi lo que le pasó a Luis desde mi casa. Lloré muchísimo. Le he admirado muchísimo. Es mi ídolo y mi referencia. A mí siempre me ha dolido que le pasara algo tan injusto", añadió. "He podido hacer que esa camiseta estuviera en esta celebración. Él no se merecía ese final. Luis tiene un amigo común conmigo que es un gran fan suyo, hemos coincidido, hemos hecho amistad y le dije que, si llegábamos a la final, me la prestara para que le pudiera rendir un homenaje. Me la mandó, me llegó ayer", relató Palop. "A Platini le dije que llevaba la camiseta porque merecía levantar este trofeo. Aunque no sea su cara ni su cuerpo, esta camiseta representa su espíritu". Según Palop, "la camiseta me venía pequeña y pesaba muchísimo. He perdido dos kilos en la celebración. Esto es la manera de reivindicar al futbolista español porque siempre que ganamos en los clubes se decía que era por sus extranjeros. Ahora hemos demostrado que somos muy buenos", concluyó.

Reflexiones y sentimientos que se agolpaban en los vestuarios y aledaños del Ernst Happel de Viena. Un estadio que ha entrado ya en la historia del fútbol español.

Los protagonistas de la mejor selección española (lalistaWIP)