Móstoles reza a 'san Iker'
7.000 vecinos jalean a España frente a una pantalla gigante
Un pequeño cartel colgaba ayer por la tarde de la farola que da la bienvenida a la plaza de España de Móstoles. En él, una foto de Iker Casillas, vecino de la ciudad y héroe local, da paso a un deseo: "Divino niño Jesús, por los méritos de tu infancia, que Casillas tape todos los goles". Y los tapó.
Alrededor de 7.000 personas se reunieron ayer en la plaza de España para ver el partido en una pantalla gigante colocada por el ayuntamiento. "Hemos venido por España, pero sobre todo por Iker. Aunque espero que no le veamos mucho". Dani, 10 años, camiseta con el 9 de Torres a la espalda y bandera a modo de pareo, habla como si fuese un experto comentarista deportivo. En su entorno no queda ni un rincón para la duda. "Ganamos seguro", explica extasiado Yusuf, marroquí de nacimiento, pero tan mostoleño como Iker.
El suelo tiembla con el primer gol. Y con el segundo. Y con el tercero
Aún no han pasado 10 minutos de partido y cada jugada parece la última. Pero la sensación nada tiene que ver con la realidad. El suelo tiembla con el primer gol. Y con el segundo. También con el tercero. A partir de ahí, el fútbol es lo de menos: ondean cientos de banderas, vuelan las botellas de agua y los minis de cerveza.
En medio de la locura sobresale una pancarta: "Somos 300.000 mostoleños en la portería". Ya sólo importa cantar, saltar y ovacionar a "San Casillas", cada vez que, fugaz, aparece en la pantalla. "Este tío es de los que hacen que una se sienta orgullosa de ser de Móstoles", dicen ya sin voz las quinceañeras Alicia y Sonia, mientras apuran sus cervezas. Y es que, aparte de fútbol, de emoción y de Iker, ayer hubo mucho botellón. Con el pitido final, llegó la explosión. Vivas a Casillas, a España y recuerdos para la selección alemana se encadenaron durante un cuarto de hora. Nadie quería abandonar la plaza. Mientras, ya empezaban a sonar los petardos y los cláxones de los coches. Hasta Cándida -la asistenta inmortalizada en la película de Guillermo Fesser, de Gomaespuma- se sumó a la fiesta.
Hasta que se oyó el grito clave: "Todos a la fuente". Y allá fueron en procesión. Hasta 10.000 personas tomaron la Fuente de los Pinchos, situada apenas a 300 metros de la plaza de España, y dieron comienzo a su particular fiesta entre baños y cánticos. La glorieta se vació antes de la medianoche. No hubo incidentes. La próxima cita, el domingo. Otra vez en la plaza de España.
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