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Reportaje:EUROCOPA 2008 | Semifinales: Rusia-España

"No he dado mi mejor rendimiento"

Ramos, que se ha hecho vulnerable a las críticas, asume que no ha jugado bien

El problema empieza en Zhirkov, lateral zurdo de Rusia y termina en la portería española. O, sencillamente, empieza en Ramos, y termina en su estado de forma. El caso es que hoy Luis afronta la semifinal con dos verdades asumidas: los rusos tienen un torpedo por la banda y Ramos no está fino. "Debo ser realista, no he dado mi mejor rendimiento, sé que puedo hacerlo mejor de lo que lo he hecho en lo que va de campeonato", asume el de Camas, que hasta ahora ha participado más como disc-jockey que como futbolista en fortalecer al grupo. Es él el responsable de poner música en el autocar. Así que, de momento, la realidad invita a pensar que ha sido más importante en el bus que en el campo. Un golpe a su ego, seguramente. "Llegaba sintiéndose estrella y antes de empezar descubrió que era vulnerable a las críticas", asumen quienes mejor le conocen en la selección.

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Sufrió contra Rusia, se venció ante Ibrahimovic cuando el sueco le puso a prueba y terminó la jugada en gol y, contra Italia, no se le vio en ataque y sufrió defendiendo. Así que Ramos es una de las mayores decepciones de esta Eurocopa y su problema es que lo sabe: "No he dado mi mejor nivel, lo reconozco, pero contra Italia recuperé buenas sensaciones. Espero tener tiempo para mostrar mi mejor juego antes de que esto termine". Eso sí, mantiene intacto su orgullo. "No habré jugado muy bien, pero puedo llevar la cabeza bien alta porque siempre lo he intentado. Un futbolista debe asumir que tiene épocas buenas y malas y aprender de ellas para volver a dar el máximo nivel". A día de hoy, le queda lejos.

Luis Aragonés le ha tenido en el punto de mira desde el primer día, seguramente porque el sabio le vio venir de lejos. Primero le criticó por cuestiones deportivas. "No debe subir tanto", dijo un día, "debería haber subido más", dijo otro. Desconcertado, el andaluz no entendió el mensaje y retó al seleccionador. "Si tiene algo que decirme, ya me lo dirá". El técnico le pilló por banda públicamente y luego explicó que se estaba equivocando al manejar los códigos fuera del campo. "Quieras o no, las críticas afectan, pero soy joven y debo aprender".

Lo cierto es que Ramos ha llegado tarde a tres reuniones, utilizó el móvil cuando no debía y su supuesto estatus de estrella le alcanzó nada más llegar a la selección para avisar de que no concedía entrevistas cuando Torres, por ejemplo, lleva casi treinta. Además, no ríe, cosa extraña en él. Su hermano avala esa teoría por sms. "Os pido que entendáis a Sergio, está pasando un mal momento" dijo quien a la sazón ejerce de representante. "Lo que le pasa es que está creciendo y eso duele. De golpe ha descubierto que ya no vive en una nube". En efecto, Ramos jugó 20 partidos con el Madrid y se convirtió de la noche a la mañana en el referente del Bernabéu. En Austria sobrevive a su primera crisis. Y su ego parece resentido. Lo cierto es que peores críticas y más presión han recibido Marchena y Puyol, incluso Xavi y Cesc. O Xabi Alonso, que llegó para ser titular y quien juega es Senna. "Ramos puede darse con un canto en los dientes del trato que ha recibido de la prensa. Se nota que juega en el Madrid", advierten en el cuerpo técnico.

Hoy, camino del Prater, en el autocar alguien dirá: "Sergio, la música". El de Camas sacará el cd, se lo pasará al chófer y sonará Jambao. Y luego Calamaro. Entonces, Ramos pensará en Zhirkov. Luis, a quien no le gusta nada la música que suena en el autocar esperará que Ramos, por un día, recupere el protagonismo en el campo y lo haga mejor que como dj.

Sergio Ramos se ejercita con sus compañeros de la selección española.
Sergio Ramos se ejercita con sus compañeros de la selección española.ALEJANDRO RUESGA

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