La Acadèmia repartirá su misal a pesar del arzobispado
A la Acadèmia Valenciana de la Llengua (AVL) se le acaba la paciencia con la Iglesia. La presidenta de la institución, Ascenció Figueres, afirma que el arzobispado de Valencia lleva "dando excusas" desde 2002 para aprobar el texto litúrgico en valenciano. "Hemos tenido demasiada paciencia", afirma Figueres en una entrevista publicada ayer por el periódico Avui. Hay una demanda, "una parte muy importante de la Iglesia que quiere hacer la misa en valenciano", asegura la presidenta de la AVL, quien ante la negativa del arzobispado de Valencia advierte: "Al final los editaremos y distribuiremos sin el visto bueno del arzobispado".
En la entrevista, Figueres sostiene que el Gobierno valenciano nunca ha afirmado que "no exista la unidad de la lengua", y demuestra una vez más el esfuerzo de la AVL por evitar expresiones conflictivas políticamente sin negar las evidencias académicas. Figueres defiende la "lengua compartida" como concepto "muy claro" de esa unidad de la lengua que no llama por su nombre para evitar nuevos enfrentamientos, y demuestra de nuevo la dificultad de la AVL por mantener el equilibrio al explicar que "nunca" se aprueba nada que no tenga una "importante mayoría".
Desde la creación, en 2001, de la AVL, Figueres percibe con satisfacción una disminución de las polémicas: "Solo quedan unos reductos minoritarios y radicalizados en los dos bandos, los absolutamente catalanistas y los secesionistas lingüísticos cada vez más extremistas". Sobre la decisión del Consell de cerrar los repetidores de TV-3, no se pronuncia, y sobre el retroceso del uso del valenciano, remite en tono neutro a la Generalitat como responsable de la promoción.
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