La dirección nacional impondrá a Sirera como presidente del PP catalán

Daniel Sirera ha acabado por resignarse tras demostrarse incapaz de configurar una lista unitaria con Alberto Fernández Díaz para la presidencia del Partido Popular de Cataluña. Y al final, como va siendo una costumbre en la historia de este partido, será la dirección nacional la que imponga una solución. A finales de esta semana, o a más tardar el lunes de la próxima, la recién elegida vicesecretaria de Organización, Ana Mato, viajará a Barcelona para comunicar al PP catalán la decisión tomada en la sede de Génova. No será otra que pedir a Alberto Fernández Díaz, cabeza de lista en las municipales por Barcelona, que renuncie a sus aspiraciones a dirigir el partido porque el candidato que prefiere Mariano Rajoy es Sirera.

Alicia Sánchez Camacho, principal candidata a la secretaría general

Y le reclamará, además, que haga todo lo posible para asumir esta medida sin estridencias, como un disciplinado militante. Es decir, que frene un eventual voto de castigo a Sirera en el cónclave de julio, según confirmaron diversas fuentes de la cúpula del PP.

Tras un congreso nacional imprevisiblemente plácido, Génova no quiere que al cabo de 15 días se le abra un conflicto regional. Y menos en un territorio históricamente convulso como Cataluña con el que debe contar en el futuro si quiere reducir distancias con los socialistas. "Parece que salgamos de una crisis para entrar en otra. Tiene que haber una solución definitiva para Cataluña", confiesa un alto dirigente del partido. Fue la dirección nacional la que autorizó a Sirera a celebrar el congreso regional inmediatamente después del nacional, el primer fin de semana de julio. Y el propio Mariano Rajoy, quien animó a Sirera a presentarse a la presidencia. "Ahora no podemos dejarle caer porque abriríamos otra crisis", añade la misma fuente.

¿Cómo reaccionará Alberto Fernández? De momento es una incógnita. Conforme avanzan los días su candidatura ha ido afianzándose. Aunque dice disponer de medio millar de avales de compromisarios al congreso -un centenar más que Sirera-, lo cierto es que cuenta con el apoyo de dirigentes que controlan férreamente el territorio, como la presidenta de Barcelona, Dolors Montserrat, el de Tarragona, Miquel Ángel López Mallol, y el diputado por Lleida, Ignasi Llorens. Y además se siente fuerte después de que su hermano Jorge Fernández, contra todo pronóstico, se incorporara en la nueva ejecutiva nacional.

Génova intentará como sea una lista unitaria, en la que quepan todas las sensibilidades del partido, desde afines a Sirera hasta de Fernández Díaz. Por este motivo, una de las personas que suenan con más fuerza para ocupar la secretaría general es la senadora Alicia Sánchez Camacho, redactora de la ponencia política del congreso nacional y cabeza de lista por Girona en las últimas generales. No obtuvo representación. Alicia Sánchez desplazaría a Xavier García Albiol, a quien todos daban por seguro para este cargo. La candidatura de integración no contará con Montserrat Nebrera, la tercera dirigente que aspira a la presidencia.

Ayer, Sirera se mostró exultante por los resultados del congreso de Valencia que, en su opinión, afianza al PP de Cataluña como fuerza central. Anunció que su partido no retirará en ningún caso el recurso contra el Estatuto catalán.