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Reportaje:Estilos

Reliquias del cine en el arte digital

Sónar presenta instalaciones basadas en tecnología anterior a los Lumière

Tomàs Delclós

De la arqueología del cine a las nuevas experiencias de percepción del arte digital. Éste es el viaje que propone el Sónar en su área multimedia. En una sala del CCCB barcelonés instalaciones audiovisuales conviven con zootropos y linternas mágicas, las reliquias de los antepasados de Lumière. La propuesta hereda ideas de la edición de 2007, dedicada a la magia. No fue casualidad que la cofradía de magos fuera la primera entusiasta del cine, un truco maravilloso.

La visita por Sonarmática puede empezar con la máquina de Marnix de Nijs. Una silla rotatoria cuya velocidad debe acompasarse con un paisaje que gira al unísono. Aviso, puede marear. Juan Carlos Ospina tiene abierta en el sitio Benettonplay una galería de flipbooks. Son la versión digital de aquellas animaciones que se logran dibujando, página a página, los movimientos de una escena para, luego, contemplarla ojeando. Nova Jiang, con Stage fright, recrea la sensación de vuelo. Combina el movimiento del visitante, sentado en un columpio, con imágenes sincronizadas. "Integro dos espacios".

El ingeniero uruguayo Álvaro Cassinelli ha instalado su Boxed-Ego. Una caja agujereada para poder curiosear como en un peep-show. Sin embargo, lo que verá el mirón será un duplicado de sí mismo. El voyeur, pulsión cinematográfica básica, "se transforma en actor de lo que mira". Un experimento de "autoescopia". Julian Oliver, neozelandés que trabaja en el Medialab madrileño, propone un juego de memoria espacial. Son tres cubos. El jugador, moviéndolos, ha de buscar la salida para el avatar que lo habita. "Es la ilusión de tener el mundo en tus manos". Por ahora, una niña de seis años ha sido la más habilidosa. Lo hizo en hora y media. Otro proyecto que llega desde el Medialab es Biophionitos. Lo firman Horacio González, Paola Guimerans e Igor González. Su máquina digital recuerda los fenaquistoscopios del XIX: imágenes en un disco que al girar creaba un efecto cinético. En Sónar, el visitante ve animarse la mascota que dibuje. En www.biophionitos.net hay indicaciones para crear un biophionito en casa.

T.Kawashima mezcla sombras chinescas con imágenes digitales. "Se trata de provocar una evocación personal porque las siluetas son muy abstractas". La linterna mágica es la inspiración de Julien Maire. Un proyector, cajitas con transparencias y electrónica. El filme se crea dentro del proyector. El efecto es cinematográfico, "pero no lo consigo a partir del cine", comenta. We are the times, we are the famous, lo firman Andy Cameron, Oriol Ferrer, David McDougall, Joel Gethin y Hansi Raber. En dos paredes se proyecta la imagen fija del visitante y multiplicada en decenas de animadas miniaturas. "Dos maneras de presentar el tiempo", explica Ferrer. Para Cameron, se trata de convertir al público en el artista de su autorretrato. Nueve experiencias herederas de inventos de antaño.

El visitante se convierte en el artista de su propio autorretrato en Sónar.
El visitante se convierte en el artista de su propio autorretrato en Sónar.CARLES RIBAS
Un bebé  <i>protegido</i> en el Sónar.
Un bebé protegido en el Sónar.CARLES RIBAS

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