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Golpe a la corrupción municipal

El 'núcleo duro' tenía inversiones en la costa de Marruecos

Algunos de los concejales implicados en la trama de corrupción investigada en Estepona viajaban casi todos los meses a Marruecos, donde según fuentes cercanas al caso, varios de los principales detenidos habían realizado inversiones en propiedades inmobiliarias durante los últimos años.

La localidad elegida para colocar sus ahorros fue la turística Asilah, una localidad costera a 46 kilómetros al sur de Tánger, que supuestamente les aconsejó y gestionó el abogado Juan Simón, cuya detención prorrogó ayer la juez Isabel Conejo, instructora del caso. Era Simón, quien según la Cadena SER, hacía de testaferro y se encargaba de encontrar propiedades para invertir y así blanquear dinero cuya procedencia ahora investigan los agentes de la Unidad Central de Delitos Fiscales del Cuerpo Nacional de Policía.

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El núcleo duro estaba formado por el concejal de Hacienda, Francisco Zamorano, el alcalde socialista Antonio Barrientos y el asesor de alcaldía José Flores, primo de Juan Simón. También integrarían ese grupo los ex gilistas Manuel Reina y José Ignacio Crespo, ahora en la oposición.

Cambiar de vida y partido

La vida de Crespo (Madrid, 1959), que fue ayer enviado a prisión, cambió de golpe en otoño de 1994. En esa época, este abogado laboralista, casado y con dos hijos, y con apuros económicos trabó amistad con el hijo de Jesús Gil Marín -hijo de Jesús Gil-, que preparaba su asalto al Ayuntamiento de Estepona. Seducido por las propuestas populistas del presidente del Atlético de Madrid, Crespo rompió su fugaz militancia en el PSOE -se afilió en 1992- y se mudó a Estepona para iniciar una carrera política en la estructura gilista.

El Grupo Independiente Liberal (GIL) ganó las elecciones de 1995, y, con el tiempo Crespo se convirtió en el hombre fuerte del ayuntamiento. Su hegemonía duró hasta 2007, cuando el alcalde Antonio Barrientos, del PSOE, decidió no renovar el pacto que había suscrito con él en 2003. Ayer, Crespo ingresó en prisión sin fianza en la Operación Astapa, en la que también está detenido su enemigo íntimo Barrientos.

Sus amigos definen a Crespo como una persona sensible y expansiva, pero también de carácter autoritario e incluso violento. A pocos meses de llegar, Crespo y varios amigos rompieron la mandíbula y la nariz a golpes a un joven en el puerto de Estepona. En poco tiempo hizo fortuna. Una auditoría realizada en 1999, cuando una coalición de cuatro partidos arrebató el poder al GIL, desveló que el concejal de Cultura y su esposa percibieron en cuatro años 180.000 euros en sueldos, indemnizaciones y otros conceptos.

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