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Reportaje:Signos

Los aires nuevos del duende

Arcos, Trebujena y Alcalá de Guadaíra renuevan el formato de la oferta flamenca

La fiebre de festivales que reina en gran parte del país parece haberse extendido al flamenco, que este verano va a incorporar al calendario tradicional unas citas que renuevan el formato habitual con la integración de otras disciplinas en eventos inéditos hasta el presente. Si el flamenco es ya habitual invitado en citas de otras músicas, ahora es este arte el que ejerce de anfitrión para acoger en sus convocatorias expresiones y disciplinas que se relacionan con él.

El guitarrista jerezano Gerardo Núñez, que ha sido uno de los pioneros en introducir la sonanta (guitarra) flamenca en eventos de todo tipo, pergeñó hace dos años el primero de estas características. En una viña situada en plena campiña de Jerez, propiedad de la fundación que encabezan él mismo y su mujer, la bailaora Carmen Cortés, creó el I Encuentro del Flamenco con las Músicas del Mundo, que dieron en llamar Enclave del Sol. Con el apoyo del Ayuntamiento de Trebujena (Cádiz), el Encuentro alcanza este año su tercera edición con un cartel en el que el jazz o la música andalusí van a compartir escenario con primeras figuras del flamenco.

Como cabeza de cartel figuran la cantaora Carmen Linares, el pianista David Peña Dorantes y el trío formado por Jorge Pardo, Carles Benavent y Tino di Geraldo. Junto a ellos, el trío marroquí Ibn Baya, cantaores como Rafael de Utrera o María José Pérez, y los tocaores Diego del Morao y Manuel Valencia. Será el 28 de junio a las 21.00 en los terrenos del trebujenero Cortijo Jaranilla.

Unos días antes, entre ayer y el 22 de junio, en Arcos de la Frontera (Cádiz) se desarrolla la primera edición de Flamenco en Escena, una cita promovida por un colectivo privado -Ahimsa- que cuenta con el apoyo del Ayuntamiento de la localidad. Con un formato de feria, el encuentro quiere ser un escaparate abierto desde donde difundir las nuevas creaciones que prestan especial atención a otras aptitudes y disciplinas de este arte, como son la danza contemporánea o el teatro flamenco y de vanguardia, los títeres, el circo, el jazz...

Entre los 15 grupos que concurren a la cita, son mayoría las propuestas de baile que integran elementos de danza contemporánea, como Marco Flores y Olga Pericet, Marcos Vargas y Chloe Brûle, La Choni Cía., Flamenca o el grupo De Puntillas. Más flamencas serán las propuestas de los gaditanos Rosario Toledo y David Palomar o del grupo Cibayi, de la también gaditana Charo Cruz. Los títeres estarán representados por Los Músicos de Brenes y la manifestación circense por el grupo Albadulake con el espectáculo "Majaretas". También se podrá ver teatro con las obras El Duende no tiene nombre o El Gitanito Esquizofrénico y, por supuesto, música con el grupo de Tomas de Perrate o la Flamenco Small Band (Jazz).

La localidad sevillana de Alcalá de Guadaíra se suma a esta nueva línea de programación con su I Festival Internacional de Artes Escénicas Ribera del Guadaíra, subtitulado Vaivenes Flamencos. Según su organización es "una apuesta por la capacidad del flamenco de hablarle de tú a las demás disciplinas escénicas". En la cita tendrán cabida "mixturas únicas de flamenco con teatro, jazz, danza contemporánea, circo, son cubano, cante, guitarra y percusión".

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De sábado a sábado, entre el 5 y 12 de julio en el Patio de la Sima del Castillo alcalareño, se sucederán las actuaciones del bailaor de la localidad Javier Barón con Dos voces para un baile, la Compañía de Belén Maya con La voz de su amo (6 de julio), el Trío Benavent, Pardo, Di Geraldo (7 de julio) y Varuma Teatro (8 de julio). A ellos les seguirá el grupo Son de la Frontera (9 de julio) para entrar en la recta final el 10 de julio con la actuación del guitarrista Gerardo Núñez, que interpretará su obra Andando el tiempo con el solo acompañamiento a la percusión del percusionista Ángel Sánchez, Cepillo. El 11 de julio, la joven bailaora malagueña Rocío Molina traerá su obra Turquesa como el limón, con Laura Rozalén y, para el cierre del 12 de julio, un plato fuerte: la interpretación de la obra Omega, de Enrique Morente y Lagartika Nick.

En Las Landas francesas

Mont-de-Marsan, la capital del departamento de Las Landas en el suroeste francés, es una ciudad pequeña y apacible que no llega a los 30.000 habitantes. Sin embargo, durante la segunda semana de julio, la ciudad hierve de flamenco y en sus calles se escucha mucho más español que de costumbre. Es el tiempo de un festival flamenco que cumple 20 años y que es vivido de una forma especial. Como muestra, valga decir que la ciudad cede su espacio habitual del mercado de frutas y hortalizas que se convierte en el Café Cantante, el escenario donde se concentran la mayoría de las actuaciones.

El otro escenario, con un aforo para 2.000 personas y reservado para grandes actuaciones, es el Espace François Mitterrand, donde este año se ha programado el espectáculo inaugural (7 de julio), que estará a cargo de la Compañía de la bailaora Eva Yerbabuena, con su obra A cuatro voces. Cuatro días más tarde, dicho espacio acogerá la apuesta más importante de esta 20ª edición. Se trata de una coproducción del propio festival, de la Diputación sevillana y de la Bienal de Flamenco de Sevilla. El espectáculo De la mar al fuego pondrá a una treintena de artistas en el escenario para homenajear a los maestros del cante, del toque y del baile -de Cádiz a Sevilla, pasando por Jerez, Utrera y Lebrija- que han contribuido al desarrollo del flamenco.

Entre esos dos días el Café Cantante albergará las actuaciones de la bailaora gaditana Rosario Toledo y la cantaora sevillana La Susi (8 de julio); la compañía del bailaor Juan de Juan y los guitarristas Niño de Pura y Manolo Franco (9 de julio); y la compañía de baile de Andrés Peña y Pilar Ogalla junto a un mano a mano entre veteranos: El Lebrijano y José de la Tomasa.

El 12 de julio la sesión de clausura incluye la actuación del cantaor Nano de Jerez y la gala de los maestros que han impartido sus enseñanzas en los cursos de baile, guitarra y compás del festival. No faltan actividades paralelas, como exposiciones y conferencias, espectáculos de calle y, cada noche en la plaza del Cabildo local, un programa de actuaciones para artistas flamencos franceses.

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