Cyd Charisse, bailarina y actriz de películas musicales
Fue pareja de Gene Kelly y Fred Astaire en sus grandes éxitos
Lo que pocos biógrafos del cine musical americano certifican es que Cyd Charisse tuvo hasta seis o siete nombres artísticos distintos antes de recuperar el apellido de su marido y con el que se hizo famosa. Esos nombres, de raíz eslava, se corresponden básicamente con su carrera de bailarina de ballet, que era su origen y su formación y luego, lo que la distinguía del resto de las actrices-bailarinas en las películas musicales.
Se llamaba en realidad Tula Ellice Finklea, y había nacido el 8 de marzo de 1923 en Amarillo (Tejas), donde desde muy niña ya la llamaban Sid (como apócope de sister). A los seis años fue llevada al aula de ballet de Constance Fergunson, donde destacó enseguida. En 1935, estando de vacaciones con su familia en Hollywood, un pariente la llevó a la Escuela Fanchon and Marco, donde conoce a un chico francés, entrenador de danza: Nico Charisse. Así, a los 12 años, ya se queda en California, donde recibe clases de Adolph Bolm y Bronislava Nijinska. En 1937, vino a ver la clase de la hermana de Nijinski el colonel Vasili de Basil, y la recluta para sus Ballets Russes, admirado por su esbeltez y pujanza. Ella misma se hace llamar primero Natacha Tulaelis y poco después Felia Siderova, girando con la compañía hasta que la repentina muerte de su padre la hace regresar a Amarillo.
El coreógrafo David Lichine la hace volver a la compañía en 1939 para la gira europea, y entonces adopta un nombre de evocación zarista: María Istomina. En esta etapa trabaja con Leónidas Massine y Michael Fokin, participando en todo el repertorio. En Europa se casa con Nico Charisse y vuelven juntos a América, donde ella entra en el Hollywood Bowl, recomendada por Nijinska y Lichine se convierte en su partenaire en su primera intervención significativa en el cine: Something to shout about (1943), que protagoniza Don Ameche. Siempre en ese año, asume el nombre de su abuela, Lily Norwood, y con esa identidad aparece en los filmes Mission to Moscow y Thousands cheer. El coreógrafo de Broadway Robert Alton la usa sobre sus poderosas y firmes zapatillas de punta en el clásico del género: Ziegfeld follies (el gran éxito de la MGM), donde hace una coda de piruetas memorables al inicio y final de la película con Fred Astaire. Esa actuación hace que el productor Arthur Freed la contrate por siete años, algo excepcional para una corifea del cine y por fin le adapta el mote familiar de Syd hasta el Cyd definitivo, y empezó a probar con los diálogos en The harvey girls (1946) y con el drama en Three wise fools. Después tiene como partenaire al guapo Gower Champion en Till the clouds roll by (1946), lo que la lanza al papel protagónico de The unfinished dance (1947), que trataba de los entresijos de camerinos en la vida teatral de la época. También bailó con éxito en Words and music (1948), otro clásico del género.
Cyd Charisse se adaptaba a los papeles étnicos de la MGM, y así bailaba junto a Ricardo Montalbán en Fiesta (1947) y On an island with you (1948). También fue la apasionada amante de The kissing bandit (1948). Después de este filme se divorcia de Nico y se casa con Tony Martin, participa en Tension y East side, west side (ambos de 1949), continuando su carrera de caracteres exóticos con Mark of the renegade (1951), The wild north y Sombrero, estas dos últimas de 1953. Un año antes había concebido junto a Gene Kelly Cantando bajo la lluvia, como un "verdadero ballet a lo Broadway"; tal concepción del filme fue gestado al alimón. En 1953 también aparece junto a Fred Astaire en The band wagon (Melodías de Broadway), donde sus vestidos se acortan y se abren por el costado al estilo tanguero: ya sus piernas son leyenda y se convierten en "argumento" del dúo bailable de Dancing in the dark (creado por Astaire) y de Girl hunt ballet (ideado por Michael Kidd). Volvió a bailar con Kelly en Brigadoon (1954), dirigida por Vincente Minelli, que la consideraba "una diosa de elegancia al danzar" y fue la coprotagonista junto a Dan Dailey de la deliciosa Meet me in Las Vegas (1956).
Se volvió a reunir con Astaire en Silk stockings (1957), inspirado su papel en la Ninochka de Greta Garbo, para volver propiamente al ballet filmado en Black tights (1962), coreografiada por Roland Petit con decorados de Salvador Dalí y trajes de Yves Saint Laurent. Antes hizo un cameo bailado en el thriller de Nicholas Ray Party girl (1958), sin olvidar su momento junto a Kirk Douglas en Two weeks in another town (1962), otra vez bajo las órdenes de Minelli. Su strip-tease glamuroso en The silencers (1966) ha sido materia de estudio. A partir de 1964, deja el cine y vuelve a la escena, en giras de revistas refinadas hechas con Martin, como Once more with feeling, Iiya darling, No, no, Nanette (en Australia) y Charlie girl (rescatada en Londres en 1986). Una de sus últimas apariciones en el cine fue Private screenings (1989) y por primera vez en teatro en Broadway en 1992 en una versión de Grand Hotel. Y Janet Jackson la llamó para su vídeo Alright.
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