Los policías se van de Madrid

La región se quedará a finales de mes con 470 agentes del Cuerpo Nacional de Policía menos. El concurso de traslados (cambios de destino) ha hecho que 696 funcionarios hayan pedido salir de la Comunidad de Madrid y que sólo 229 hayan solicitado ingresar en la plantilla madrileña. La carestía de la vida en comparación con otras regiones y la alta delincuencia y peligrosidad son dos de los factores que más pesan en esta decisión, según los sindicatos del cuerpo.

Desde octubre de 2004, han llegado unos 8.200 nuevos funcionarios

Estas pérdidas de puestos de trabajo suponen que hay 1.327 puestos de la Jefatura Superior de Policía de Madrid sin cubrir, lo que representa cerca de un 16% de la plantilla que le corresponde según el catálogo de puestos de trabajo.

Las 18 comisarías de la ciudad y las cuatro brigadas (Judicial, Información, Científica y Seguridad Ciudadana) son las que más sufren las carencias de funcionarios. Cerca de un millar de policías serían necesarios, según los datos de la Dirección General de la Policía y la Guardia Civil, para llegar al nivel óptimo. Otras comisarías de municipios importantes de la región también sufren esa falta de agentes. Destacan Móstoles, con 56 menos de lo fijado; Torrejón de Ardoz (50 menos) y Coslada-San Fernando de Henares (36).

En todos los concursos de traslados se ha dado la misma tónica de que la región pierda funcionarios. Plantillas más cómodas como Murcia, Extremadura o ambas Castillas son las preferidas de estos agentes.

Los sindicatos del Cuerpo Nacional de Policía han estado de movilizaciones durante los dos últimos años para solicitar un incremento del sueldo de los agentes. Piden una equiparación similar a los que están destinados en lugares peligrosos, como el País Vasco o Navarra. También se dan en las islas Baleares y Canarias. Cada mes cobran un plus que llega a los 600 euros.

De hecho, hay varios factores que hacen que Madrid no sea una región atractiva para los policías. Se enfrenta con una altísima delincuencia y además de las más peligrosas de todo el país. Sólo en la Comunidad de Madrid se registra el 23% del global de todos los delitos y faltas que se denuncian en España, lo que supone una sobrecarga de trabajo muy alta. Mientras en muchas comisarías de capitales de provincia una jornada de ocho horas puede transcurrir sin atender casi llamadas, en la capital la actividad es tan alta que muchas veces no hay personal suficiente para atender todos los comunicados. "Esa situación se traduce en estrés, en bajas por agotamiento y en muchos conflictos personales e incluso familiares", destacaron ayer fuentes sindicales.

El segundo problema para los policías es que el coste de la vida resulta más alto en Madrid en comparación con otras zonas. El precio de la vivienda ronda por término los 3.000 euros por metro cuadrado en la capital (en algunas zonas llega a los 6.000), lo que supone que no se puede pagar con el sueldo base de un policía. Nada más salir de la academia y sin ningún complemento de especialidad o nocturnidad, estos funcionarios cobran unos 1.200 euros. "Con ese sueldo es muy difícil pagar una hipoteca, hacer frente a los gastos del día a día y vivir", añaden fuentes policiales.

Eso motiva que los policías se marchen a la menor oportunidad. Sin embargo, el empeño del Gobierno central ha mimado a Madrid en la llegada de nuevos policías. Desde octubre de 2004, cuando comenzaron las incorporaciones de la nueva legislatura, han llegado unos 8.200 funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía, a los que hay que sumar casi 2.500 de la Guardia Civil.

Sólo en la última promoción, llegó a la región el 61% de todos los funcionarios que salieron de la academia de Ávila. En total, llegaron 1.629 policías, de los que 1.238 fueron destinados directamente a la Jefatura Superior de Policía de Madrid. El resto fue destinado a los servicios centrales de la Dirección General de la Policía.

Ese esfuerzo del Gobierno central ha tenido siempre una clara respuesta desde el Ejecutivo regional. Éste ha repetido de forma insistente que Madrid necesitaba 3.000 policías nacionales y 1.000 guardias civiles más. Llevó incluso una proposición no de ley a la Asamblea regional.