"A Modric le sobra desparpajo"

"Modric impone el ritmo, sabe marcar las pausas y tiene una gran visión de juego". Juande Ramos, el técnico del Tottenham, dirigirá a partir de julio a la joven sensación del fútbol croata, Luka Modric. "Fue quien marcó las diferencias en la victoria ante Alemania (2-1)", expone Ramos, entusiasmado. ¿Pero no será un salto demasiado largo: desde la Liga croata a la inglesa? "Le sobra valentía y desparpajo", añade. Lo confirman un par de escenas en el encuentro ante los alemanes: Lehmann, el portero germano, le pisó el pie en una acción en el área alemana, y el pequeñajo mediocentro, de 1,74 metros, miró hacia arriba encarándose al espigado guardameta del Stuttgart. A continuación, Modric, ya a punto de acabar el partido, se lanzó en un tackle con los pies por delante que haría las delicias de cualquier tipo duro de la Premier. Sin olvidar que, desde hace dos meses, es el lanzador de los penaltis de Croacia, en detrimento del especialista Srna. Todo eso con 22 años.

Creció en un hotel de refugiados desde los seis años y se fogueó en la liga bosnia

Claro que hay dos capítulos en su biografía que puede explicar la piel de elefante que ha desarrollado este muchacho. A los 18 años, fue enviado por el Dinamo de Zagreb a que se fogueara en la Liga bosnia. No se amilanó. Jugó en el Zrinjski de Mostar, fue nombrado mejor jugador del campeonato y proclamó una frase para la posteridad: "Quien sobrevive a una Liga como ésa, puede llegar a ser un verdadero futbolista". Años antes, además, fue una víctima más de la Guerra de los Balcanes. Hubo de abandonar a los seis años el pueblo de su familia, Çaton, para instalarse en el hotel para refugiados de Zadar. A los 16 años fichó por el Dinamo de Zagreb después de ser rechazado por el Hadjuk Split: Boban, ex medio del Milan, lo descartó por endeble.

Ahora, sin embargo, es considerado "un genio" por el seleccionador, Slaven Bilic, su principal valedor desde que lo entrenó en la selección sub 21. "Le estoy diciendo todos los días que va a ser el mejor de la Eurocopa. Sólo Kaká es superior a él". En la noche del jueves, la hinchada croata se echó a las calles de Klagenfurt para celebrar el triunfo ante Alemania. Muchos con la camiseta con el 14, el mismo que luce la joven figura. "Fue casualidad. No sabía que ese número lo había llevado Cruyff", explica el mediocampista, que tiene un cierto parecido físico con la leyenda holandesa. Aunque es bastante más feo.

"Fue una sorpresa cuando el presidente del Dinamo me anunció el acuerdo con el Tottenham. Estoy orgulloso de jugar en Inglaterra", declaró Modric, que llega lanzado tras su última campaña en el Dinamo de Zagreb, en la que ganó la Liga y la Copa. Una etapa que cierra con 27 goles en 97 partidos.

"Juego mejor bajo presión y estoy trabajando en mejorar mi disparo", admite el futbolista por quien el Tottenham pagará al Dinamo 20,6 millones de euros, igualando su cifra récord por un traspaso (lo mismo que abonó por Darren Bent en 2007). El chico es "extremadamente tímido", afirma un periodista croata. Y a duras penas habla inglés. Pero es ambidiestro en el lenguaje universal del balón. Y tiene una privilegiada vista periférica dentro del campo. Siempre ávido de caras nuevas, el fútbol le da la bienvenida a Modric.