"Me preocupa nuestro ritmo"

El fútbol y la vida conceden un número limitado de posibilidades. A los 69 años, el seleccionador español, Luis Aragonés, sospecha que todavía le queda una bala en su carrera. Sin embargo, ha llegado el día de quemar la carga y el hombre se muestra sereno. Parece entregado al destino con la paz interior que inspira el deber cumplido, como esos pistoleros crepusculares que buscan la redención en un último tiroteo. El seleccionador afronta el compromiso sin temor, tal vez porque sabe que no hay mucho que perder. Puesto a hablar de sus preocupaciones, ayer empezó diciendo que sólo le preocupaba una cosa, y acabó enumerando dos o tres más. "Rusia no me preocupa", dijo, para empezar; "a mí lo que me preocupa es que nuestro ritmo de balón no sea alto".

"Tenemos que hacer los repliegues mucho más rápidos", advierte el seleccionador

"Miedo no tengo porque esto no es la guerra. Es sólo fútbol"

Más que la falta de gol, al técnico de Hortaleza le inquieta que España no consiga dar fluidez a la posesión de la pelota. "La manera de encontrar la victoria ante Rusia será tocar rápido para encontrar espacios", dijo; "porque ellos se van a encerrar con nueve hombres por detrás de la línea del balón. Y pasar por ahí va a ser algo complicado".

El problema táctico que presenta Rusia en la pizarra es el mismo que España ha encontrado a lo largo de la clasificación para la Eurocopa. El esquema se repite de nuevo: España administra el balón y el adversario se repliega hasta que los caminos que llevan al gol se hacen impracticables. En ese contexto, Luis Aragonés revela su segundo motivo de preocupación: los contragolpes. "Ellos tienen una contra muy rápida", advirtió el seleccionador; "con los dos centrocampistas externos

[Bilyatedinov y Sichev] y uno por adentro [Zyrianov]".

"Hemos hablado siempre de defender mejor", continuó el entrenador español. "No es cuestión de meternos más atrás. Sólo digo que tenemos que hacer los repliegues mucho más rápidos. Lo que no podemos hacer es dejar de buscar la portería contraria, porque eso va con nuestra naturaleza. No sabemos jugar de otra forma que buscando la iniciativa. Lo único que le he pedido a los jugadores ha sido que deben estar atentos y que sepamos agruparnos con orden cuando perdamos el balón" El antecedente de la Eurocopa de Portugal en 2004, en la que España venció a Rusia (1-0) no le sirve de mucho al seleccionador español porque existen pocas similitudes entre ambos equipos. "Hemos cambiado muchos jugadores y la forma de jugar". Así que la historia comienza de nuevo hoy en Innsbruck

Luis Aragonés cree que su misión, desde que se hizo cargo de la selección, fue imprimir al equipo un estilo, y en el tránsito de su labor en el combinado nacional, completar una renovación generacional. Es lo que ha hecho integrando a un grupo de futbolistas inevitables para entender el futuro del fútbol español: Casillas, Xavi, Ramos, Cesc, Iniesta, Villa y Fernando Torres. El mayor, Xavi, tiene 29 años recién cumplidos. Entre todos se han consolidado como equipo. La selección ha superado los dilemas tácticos y el vacío de liderazgo que la llevaron al fracaso en la Eurocopa de 2004. Ahora ya sólo queda someterse al azar del juego.

La trascendencia del momento no parece afectar a Luis Aragonés. Apareció ayer por el estadio de Tívoli con su expresión de siempre. Medio atribulado, medio metido en su mundo interior. "Miedo no tengo ninguno", dijo; "porque esto no es la guerra. Es un partido de fútbol. Sé que es una responsabilidad importante en cuanto a mí mismo y a mi país. Pero no veo que tengamos dudas sobre lo que debemos hacer. Creo en mis jugadores y en que todo lo que hemos planeado saldrá bien". En esos planes, no varía el lanzador de penaltis. La responsabilidad seguirá recayendo en Villa.