_
_
_
_
Reportaje:

El imperio de las tres bandas

Adidas busca el maná publicitario en las citas deportivas

Cristina Delgado

En la sede central de Adidas, en Alemania, nadie lleva corbata. Ni siquiera el presidente. Son más habituales las sandalias, las camisetas de algodón e incluso los pantalones cortos. Eso sí, todo con tres bandas horizontales estampadas. En este complejo en Herzogenaurach, cerca de Núremberg, hay maniquíes vestidos con equipamientos deportivos de la Eurocopa y los Juegos Olímpicos en todos los rincones imaginables. Llevan meses volcados con los eventos, porque se han convertido en el gran bastión de su imagen de marca y en el mejor escaparate de sus productos.

"Yo veo en la final un España-Alemania. Creo que esta vez en España hay grandes jugadores. Mucha gente joven de los equipos de primera línea, muchos en el extranjero. Xavi Alonso, Fernando Torres, Cesc Fàbregas...". El presidente del grupo, Herbert Hainer, sonríe mientras repasa la alineación española. Ese partido final sería para su marca un sueño, ya que Adidas viste a ambas selecciones. Las camisetas con el logo de la casa estarían en las televisiones de medio mundo. Miles de aficionados se dejarían cerca de 60 euros para llevar la misma camiseta que su selección muy cerca de la gloria. Y eso son beneficios.

La marca viste a cuatro selecciones, y pone el balón y la ropa de los árbitros
Su presidente se niega a evitar sedes por cuestiones como la del Tíbet
Más información
Goles por millones

Hainer no desentona con el resto de la plantilla. Lleva una camiseta deportiva de color azul eléctrico. Y deportivas. En la puerta de su despacho hay varios maniquíes con prendas de la casa. Con la llegada de dos grandes citas del deporte en 2008 han puesto toda la carne en el asador. Medios de todo el mundo pululan por toda la sede. Así que cada centímetro es oro puro. En la planta baja del edificio central hay una exposición con todos los artículos que llevan a ambos eventos. Visten a cuatro selecciones en la Eurocopa, además de haberse encargado del balón, el equipamiento de los árbitros y de voluntarios. No quieren especificar cuánto dinero en metálico han aportado, pero se dice que cada patrocinador ha desembolsado de media cerca de 25 millones. En los Juegos Olímpicos se habla de hasta 70 millones. Y aparte, material deportivo para 26 de las 27 disciplinas (todas menos equitación).

Pero Herbert está muy contento. Cree que es una gran inversión. Al fin y al cabo es deporte, el ADN de la empresa desde su creación. "Las competiciones deportivas siempre son un gran momento para darse a conocer. Durante los días que duran, millones de personas ven tus prendas desde el televisor. Ven a deportistas. Y ellos llevan tus marcas", comenta. "Por eso intentamos siempre crear los productos más innovadores para todas las disciplinas y que los deportistas puedan aplicarlas y se superen", explica. Habla deprisa. Tiene la lección bien aprendida y la recita en un inglés claro, pero con marcado acento alemán.

¿Y no tienen demasiada importancia las marcas y cada vez menos los deportistas? Herbert lo niega rotundamente. Cree que los patrocinadores han hecho mucho bien por competiciones como los Juegos. "Todo este aparato ha convertido a los Juegos en una competición más transparente. La gente quiere ver todo lo que pasa, y, al mismo tiempo, una organización así necesita dinero. La presencia de espónsores aporta inversión que hace que los medios de todo el mundo se interesen por seguirlos. Y esto obliga a crear eventos más transparentes. Es un círculo".

El presidente sabe que se acerca a un terreno espinoso. Se han alzado voces del primer mundo contra su presencia en unos Juegos Olímpicos en China, porque lo entienden como el apoyo a un país en conflicto con el Tíbet y que no respeta los derechos humanos. Herbert, aunque menos risueño, no evita el tema. "No somos políticos. Somos una compañía que está tratando de hacer un buen negocio, y eso es lo que intentamos conseguir", dice tajante. La política y los negocios es mejor no mezclarlos, aclara. "¿Y qué pasa con Guantánamo en EE UU? ¿Y con ETA en España? Si nos ponemos así, no habría torneos". Ellos ya ponen mucho de su parte, se justifica. "Somos una marca de deporte y no podemos solucionar este problema. Lo deben solucionar los políticos, las Naciones Unidas o las autoridades de estos países. Nuestra posición es que hacemos lo que podemos en los campos que nos afectan".

¿Y cuando el año de Juegos y Eurocopa termine? Corredores. A ellos los tienen en el punto de mira. Zapatillas, ropa y nuevas tecnologías. Y a coger carrerilla para el Mundial de 2010. Suráfrica. Más equipos. Más aficionados. Un nuevo escaparate. Otro gran negocio. -

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Cristina Delgado
Es subdirectora y se encarga de la edición digital de EL PAÍS. Antes fue redactora jefa de Economía, sección en la que se incorporó al periódico, en 2008. Licenciada en Periodismo y en Comunicación Audiovisual, ha realizado el máster UAM-ELPAIS y posgrados de información económica y gestión.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_