Internet acabó con el papel

Los billetes tradicionales, en papel, son carne de museo. Tal vez, en unos meses, algunas galerías dedicadas al diseño los incluyan en sus exposiciones. Las aerolíneas representadas por la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) han enterrado el papel. Desde el pasado 1 de junio sólo comercializan pasajes electrónicos. Ya nadie se manchará las manos con la tinta roja del calco de los antiguos billetes.

La medida, adoptada por compañías como Iberia, Air Europa, Spanair, Air France, Lufthansa, KLM y un largo etcétera (IATA representa a 240 aerolíneas, el 94% de las existentes), sentencia un billete que ha alcanzado los 91 años. Para coger el vuelo, basta el pasaporte o el DNI y un código. Adiós a los sustos y a las carreras de última hora. Es imposible perder el pasaje: el contrato entre el viajero y la compañía es un código en una base de datos.

Desde la IATA cantan las bondades ecológicas y económicas del sistema. El cambio supone un ahorro de nueve euros por pasaje y unos 3.000 millones de dólares anuales (unos 1.940 millones de euros). Además, la muerte del billete tradicional le hace un favor al medio ambiente: IATA prevé que se talen 50.000 árboles menos al año.

El tiempo es oro y el sistema virtual se hace eco del proverbio. "Se puede comprar un billete hasta tres horas antes del vuelo, dependiendo de la compañía. Y es más fácil cambiar el itinerario: no hay que esperar a que la agencia o la aerolínea emita uno nuevo, los cambios se hacen directamente a través de Internet", explica Lila Martínez, de la agencia Lastminute. La comodidad y la rapidez también juegan a su favor: "El viajero puede facturar en casa y elegir asiento gracias al check-in online", comenta Laura Tirado, de Iberia.

La llegada del billete electrónico ha sido escalonada. En junio de 2004, cuando la IATA anunció su desaparición, sólo el 18% de los billetes emitidos en el mundo eran electrónicos. La cifra rondaba el 93% en febrero de 2008.

Las agencias de viajes, reguladores y compañías tenían que haber retirado el papel en enero de 2008, pero no estaban preparadas. Las que lo estuvieron desde el principio fueron las compañías de bajo coste. La irlandesa Ryanair dejó de emitir billetes en papel en 2000, coincidiendo con el lanzamiento de su página web; Vueling sólo utiliza el formato electrónico desde su creación en 2002, así como la británica Easyjet, por ejemplo (desde que abrió una base en Madrid en febrero de 2007).

A volar con el móvil

Sin embargo, no todos los países se han sumado a la iniciativa. Rusia considera ilegal el e-ticket, y el Gobierno obliga a emitir todos los billetes en formato papel. Algunos países de Oriente Medio también lo mantienen.

El futuro pasa por el teléfono móvil y la PDA (agenda electrónica): en junio de 2008 (todavía no hay fecha oficial), Air France y KLM invitarán a sus clientes a convertir sus móviles en tarjetas de embarque. En los vuelos directos entre Amsterdam y París bastará un teléfono con conexión a Internet para elegir pasillo o ventana, y dirigirse directamente a la puerta de embarque. Spanair también ha ido más allá y ya ha empezado a facturar online mediante el teléfono móvil.