El recorte de la pista de Hondarribia estará listo en un año

Las obras para habilitar las franjas de seguridad en la pista del aeropuerto de Hondarribia, que supondrán acortar en 300 metros su actual longitud, comenzarán tras el verano y podrían estar acabadas diez meses después. Tal es la previsión que maneja en estos momentos la empresa Comsa, adjudicataria del concurso público para implantar en el aeródromo guipuzcoano las polémicas áreas de seguridad en cada extremo de la plataforma de vuelos. Las instituciones vascas confían en que el Ministerio de Fomento y el gestor de los aeropuertos nacionales AENA reconsideren su postura y permitan mantener la pista con sus dimensiones actuales.

La empresa Comsa no había recibido ayer la notificación de la adjudicación

La contratación de los trabajos a Comsa por 791.657 euros, un 15% menos del precio de licitación, fue anunciada la semana pasada por AENA a través de su página en Internet (www.aena.es), aunque la empresa aún no había recibido ayer comunicación de la adjudicación del concurso, según reconoció a este periódico un portavoz de la constructora. Notificada la adjudicación, Comsa tendrá mes y medio de plazo para iniciar los trabajos, lo que podría producirse en septiembre próximo "si no existen contratiempos", agregó dicho portavoz.

Estos planes podrían trastocarse si prosperan las iniciativas de los partidos políticos, que han llevado al Congreso su oposición a los planes de Fomento. El PNV, el PP y el PSOE han presentado sendas proposiciones no de ley para anular o posponer, en el caso de los socialistas, la decisión de la Administración central.

La Mesa de la Cámara baja calificó ayer la propuesta del grupo socialista, que insta a Fomento y AENA a que encargue un estudio de viabilidad ambiental para el supuesto de ampliar 300 metros la pista del aeródromo. Mientras se conocen los resultados de este informe, el PSOE propone no crear las franjas de seguridad y modificar la superficie de la pista para que pueda operar el tipo de aviones que lo hacen ahora.

Las instituciones vascas, a través de la sociedad pública Ortzibia -Gobierno vasco, Diputación guipuzcoana, los ayuntamientos de San Sebastián, Irún y Hondarribia y la Cámara de Comercio-, han reclamado a Fomento y AENA que "paralice el proceso de acortar la pista" y estudie otras soluciones que eviten el "desmantelamiento progresivo" del aeródromo.