Una enzima distingue el sexo del cromosoma X
En las moscas, como en los mamíferos, las hembras tienen dos copias del cromosoma X, y los machos uno X y otro Y. Esto podría significar que los machos tienen la mitad de proteínas procedentes de genes del cromosoma X, pero no es así. Las especies han desarrollado estrategias para que esto no ocurra. Una de ellas, que se da en la mosca Drosophila melanogaster, consiste en multiplicar la traducción a proteínas -la transcripción- de los genes del cromosoma X de los machos. Los biólogos conocían este mecanismo, pero no cómo funciona exactamente. Ahora han descubierto una enzima clave que trabaja de modo distinto según actúa sobre un cromosoma X de macho o de hembra. El hallazgo se publica en la revista Cell.
La enzima se llama MOF. Asifa Akhtar, del Laboratorio Europeo de Biología Molecular (EMBL) en Heidelberg (Alemania) y sus colegas, han descubierto que la MOF se ocupa de relajar la estructura de la cromatina, el paquete de ADN y proteínas que integran el cromosoma, de forma que la maquinaria molecular que debe transcribir los genes pueda acceder a ellos. Pero, además, han visto que la MOF se acopla de modo distinto a los cromosomas de machos y de hembras.
Regulador universal
Esta enzima es un regulador universal de transcripción que ha evolucionado para jugar un papel clave en la compensación de dosis génica. Un análisis detallado revela también las variaciones en el modo de actuar de la MOF: en cromosomas X de hembras se acopla sobre todo al principio del gen, pero en cromosomas X de machos se pega también al final.
"Imaginamos la maquinaria de transcripción desplazándose por el ADN como un tren sobre los raíles. Cuando hay un obstáculo en las vías el tren descarrila y la transcripción es incompleta", explican los autores. "Parece que la MOF limpia las vías a lo largo del cromosoma X en machos, mientras que en el de las hembras es más probable que haya obstrucciones".
Esto hace que el único cromosoma X de los machos genere más proteínas que cualquiera de los dos X de las hembras, con lo que la dosis génica se equilibra. La enzima MOF está también en los humanos y en otras especies, aunque las estrategias de compensación génica son distintas.
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