La diferencia está en Gasol

Los Lakers que perdieron los dos partidos ante los Celtics en la temporada regular no son los mismos que se presentan en la final. Pau Gasol marca la diferencia. La llegada del pívot español, en enero, cambió al equipo. "Es ridículo extraer cualquier tipo de conclusión de los partidos que jugamos entonces", dice el entrenador de los Celtics, Doc Rivers. Derek Fisher analiza el punto de inflexión que supuso la llegada de Gasol al equipo. "Nos da la oportunidad de meter la bola dentro, de penetrar con mayor seguridad hasta el poste bajo, de hacer circular el balón con más rapidez y con más soltura porque es un gran pasador", cuenta el base de los Lakers.

Cuando los Celtics ganaron con relativa facilidad los dos partidos en la fase regular, por 107-94 en Boston y por 110-91 en Los Ángeles, el pívot de los Lakers era Andrew Bynum, el fenómeno de 20 años que poco después se lesionó. "Es un jugador todavía en fase de aprendizaje y sus cualidades se centran de manera más exclusiva en el interior de la zona. Pau tiene más experiencia, su calidad ofensiva es innegable, es un gran pasador y nos da la posibilidad de controlar mejor el ritmo del partido y ejecutar en ataque como deseamos", concluye Fisher.

Kobe Bryant también alaba a Gasol. "Cuando se incorporó, vimos que era exactamente lo que nos faltaba para ser un equipo ganador. Es un jugador excepcional. Cuando hablo con gente de la Liga y les digo que fue un gran traspaso, se echan a reír y me dicen que más que un traspaso, fue una donación".

Los Celtics también se reforzaron tras aquellos partidos ante los Lakers disputados en noviembre y diciembre. Obtuvieron la incorporación de Sam Cassell, proveniente de los Clippers, y contrataron al agente libre P.J. Brown. "Lo que pasó en la temporada regular no importa", dice Cassell recordando que en 1995, cuando ganó uno de sus dos títulos con los Rockets, los Magic les ganaron en la fase regular dos veces, por 16 y 17 puntos. En los playoffs sucedió todo lo contrario.

La aportación del banquillo es uno de los puntos débiles de los Celtics. Han perdido algunos partidos importantes, como el segundo ante los Pistons, con una contribución paupérrima de sus reservas. Kurt Rambis, ayudante de Phil Jackson en la dirección técnica de los Lakers, está más preocupado por otras facetas del juego de los Celtics. "Pueden hacernos daño de varias formas", dice. "Tendremos que limitar lo que pueda hacer el Big Three [Garnett, Pierce y Allen], pero también tener mucho cuidado con los jugadores especialistas, especialmente Perkins y Rondo, que les han ayudado a mejorar algunos aspectos en los que eran más débiles".

Contra los Pistons, el sábado, el jugador más importante del Big Three fue Paul Pierce. Anotó 12 puntos con tres tiros -incluyendo los tiros libres- en el último cuarto y metió a los Celtics en la final. Una final muy especial para Pierce. "Cuando empezó el festejo", dijo; "inmediatamente pensé en el año pasado. Estaba lesionado y los Celtics acabaron la Liga como el segundo peor equipo de la temporada. Pensé en pedir el traspaso. Pero estoy en Boston desde el draft de 1998 y por fortuna decidí quedarme. Ahora mi situación es irónica porque jugaré la final contra el equipo al que seguí cuando era un niño, en Los Angeles. Si no hubiese sido por los Lakers no me habría dedicado a esto. ¡Odiaba a los Celtics!".

Gasol, entre los jugadores de baloncesto más famosos (lalistaWIP)