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Crónica:PALABRA DE MUJER | OPINIÓN
Crónica
Texto informativo con interpretación

El líder precario

Soledad Gallego-Díaz

Como en todos los partidos formados por agregación de diferentes familias políticas y distintas sensibilidades, el Partido Popular necesita como condición indiscutible y previa a cualquier intento de ganar las elecciones un líder integrador, capaz de manejar esa pluralidad interna con mano firme pero también con olfato y capacidad para dejar por el camino los cadáveres de compañeros que considere necesarios, pero respetando y compensando al mismo tiempo ese equilibrio interno. El PP nunca ha sido capaz de soportar un líder precario y ese es el principal riesgo que ha corrido siempre Mariano Rajoy. Ha sido esa precariedad, demostrada en los primeros días tras el fracaso electoral, en los que mantuvo un extraño silencio, la que ha hecho que dirigentes populares que no tiene mucho que ver entre sí, ni por intereses ni por carácter, se encontraran, de repente, en el mismo frente crítico. Esa fue seguramente la primera grieta que debió controlar Rajoy, si quería asegurarse su permanencia al frente del partido y el congreso del próximo mes de junio, y la que le ha hecho más daño.

Dirigentes del PP que no tienen mucho que ver, ni por interés ni por carácter, se ven de repente en el mismo frente crítico
Extraña la estrategia de presentarse como motor de un cambio no por un análisis compartido, sino por puñetazo en la mesa

Muchos dirigentes populares, incluso entre quienes se consideran mas cercanos a Rajoy, creen que ha cometido errores increíbles en alguien como él, que se supone que tiene un conocimiento y un dominio total de los entresijos del partido. "Si quería dar un giro al tema de las relaciones con los partidos nacionalistas y dejar puertas abiertas, ¿cómo se le ocurrió nombrar a María San Gil entre los tres ponentes encargados de elaborar la línea política del PP hasta 2012? Todo el mundo sabe lo que piensa San Gil en ese sentido y Rajoy no estaba en absoluto obligado a colocarla en ese sitio", se pregunta un importante dirigente regional.

"El problema ha sido que Rajoy no ha explicado nada de lo que hacia, ni a sus críticos ni a sus colaboradores. Sólo así se explica que Gabriel Elorriaga, que es hermano de una dirigente popular muy próxima a Esperanza Aguirre, pero que era uno de los primeros responsables del PP que se sumó al equipo de Rajoy, uno de los pocos dirigentes populares que siempre se mostró contrario, puertas adentro, con la estrategia de la tensión o la conspiración del 11-M y que jamás ha tenido la menor simpatía a Jiménez Losantos, haya aparecido de repente como un crítico", comenta un diputado que ha formado en varias ocasiones parte de la directiva del PP y que confiesa su desconcierto, y su interés, por el artículo de Elorriaga. "Muchos podemos estar de acuerdo con cosas que dice. Por ejemplo, es verdad que puesto que somos un partido con sectores muy variados, cualquier cambio de trayectoria hay que hacerlo con mucho cuidado, poniendo atención en no dejar a nadie fuera. Si queremos ganar las elecciones, no podemos sufrir merma de ninguno de esos sectores o sensibilidades", explica. Para él, es injusto que Elorriaga aparezca ahora mezclado con la conspiración de la Cope y El Mundo.

A muchos dirigentes les resultó también extraña la estrategia de Rajoy de presentarse como motor de un cambio y adaptación del PP al futuro, pero no como consecuencia de un análisis compartido por él, por su equipo y por importantes dirigentes regionales, sino como una especie de puñetazo personal en la mesa. "Rajoy pudo hacer esos cambios en la legislatura pasada, si así lo hubiera querido. Si no lo hizo y lo de ahora es un puñetazo en la mesa, entonces tiene mucho que explicar. O siguió un camino que no compartía, lo que sería absurdo, o fue él quien lo decidió y quien se equivocó", comenta otro dirigente de procedencia UCD, molesto, afirma, por la posibilidad de que Rajoy no asuma la responsabilidad de la actuación política del PP en los últimos cuatro años.

Toda la fuerza de Mariano Rajoy en estos confusos días se ha basado en su convicción de que los críticos no serían nunca capaces de completar una alternativa mejor que la suya propia, precisamente porque partían de ópticas muy distintas entre sí. En el fondo, aseguraba esta misma semana un diputado muy próximo al presidente del PP, Rajoy seguía apareciendo como la única posibilidad cara al congreso sobre todo porque ninguno de los otros posibles candidatos podía presentar un perfil integrador. "Hasta Esperanza Aguirre se ha dado cuenta y ha optado por retranquearse y salir del primer plano. Sea como sea, todos sabemos que en el PP un líder sin autoridad es un verdadero lío y los detractores de Rajoy no han dejado nunca de pensar en cómo debilitar su liderazgo y en complicar su tarea". Tres años es mucho tiempo, pero casi tan largas parecen las tres semanas que faltan para el congreso. -

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