Tres históricos a concurso

El 15 de junio se sabrá qué dos equipos acompañan al Numancia a Primera División. Dos entre tres: Málaga, Sporting y Real Sociedad. Pero se sabrá algo más: qué dos equipos alivian sus penalidades económicas y qué otro se sumerge en un fondo de barro de incalculable grosor. Por ahí se explica la tensión generada por encima del nivel habitual en estos casos con las primas a terceros o las acusaciones de blandura a los defensas de los equipos que juegan contra cada afectado. Tres históricos en apuros económicos se juegan casi, casi, la vida hasta el último minuto.

La ley concursal está activa en el Málaga y el Sporting y acecha a la Real Sociedad, con una deuda de unos 20 millones de euros, una due diligence en marcha y un aviso a navegantes de que la cosa está muy mal.

El Sporting logró ayer ganar al Córdoba (2-1), pero la Real no pudo con el Salamanca (1-1)

El Málaga, que ya sufrió la desaparición de su antigua estructura, se lo juega todo a una carta. La presencia de la familia Sanz en el dominio del club no ha evitado la ley concursal (intervención judicial) a petición propia. Arrastraba en aquel momento una deuda de unos 27,5 millones de euros y en el fútbol de plata corría la polvareda de la U. D. Las Palmas, que acudió voluntariamente a una ley concursal que en un año saneó una deuda de 60 millones (en 2ª B), mediante ayuda oficial. El Málaga decidió una solución similar que implicaba desprenderse de sus mejores y más caros futbolistas. Sin embargo, el objetivo de la reestructuración pasaba por el ascenso a Primera en dos años, que se cumplen este mes de junio. No le fue mal desde el inicio, líder indiscutible, pero fue cediendo ventaja hasta que, ayer, Sporting y Real le desalojaron de las plazas de ascenso, aunque fuera de forma provisional, pues hoy recibe al Cádiz. "Si el Málaga no sube, sabe Dios lo que puede pasar con este club", dice un conocedor del club.

Al Sporting la ley concursal le llegó por el jardín. Una empresa de jardinería le denunció por impago y ahí comenzó todo. Desde que en 1998 el Sporting perdió la máxima categoría (tras 20 años consecutivos en Primera), la deuda ha ido incrementándose. En 2003 ya acumulaba 26 millones. La Ley concursal fue inminente. Una plantilla aseada le ha devuelto la ilusión de la mano de Manolo Preciado, aunque en los últimos partidos ha dado muestras de flaqueza. Ayer remontó en casa al Córdoba (2-1) y logró auparse al segundo puesto.

La Real, que ayer se encaramó a la última plaza que da derecho al ascenso tras empatar en Anoeta ante el Salamanca (1-1), ha encontrado con Lillo más que el fútbol, la senda de los buenos resultados. Su singular presidente, Iñaki Badiola, ya ha anunciado que la situación económica es crítica y que amenaza la ley concursal para afrontar una quiebra técnica. La deuda asciende a unos 20 millones de euros y la venta de camisetas en China, que anunció a bombo y platillo, aún no ha comenzado en los aeropuertos y tiendas de Pekín. La Real sabe que el ascenso inmediato, tras la depresión de la pasada temporada, es el único bálsamo. Ya ha visto a sus rivales (Málaga y Sporting) condenarse a la Segunda División tras desaprovechar el primer intento. La situación económica de la Real se complicaría excesivamente sin el ascenso. Su futuro sería tan incierto como el de sus rivales. Al que se quede fuera, el frío le puede congelar las cuentas y el futuro.