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No piensa pagar ni una multa más

Granollers sanciona cuatro veces a un discapacitado por aparcamiento

Jesús García Bueno

A Juan Carlos Esteban, el Ayuntamiento de Granollers le ha puesto ya cuatro multas por aparcar su furgoneta en un lugar prohibido. Pagó las tres primeras porque el recurso no prosperó. Pero no está dispuesto a abonar la última (de 63,10 euros) a pesar de que el Consistorio también le ha denegado el recurso. Juan Carlos es discapacitado y posee una tarjeta de aparcamiento para esta clase de personas. La medianoche del 10 de abril acudió de urgencias a una clínica dental, aquejado de una infección aguda. Dejó su Volkswagen Multivan, de color azul, encima de la acera. El decreto de la Generalitat en vigor le permite hacerlo, "siempre que no impida la circulación de vehículos o peatones". Pero un policía municipal le multó.

El afectado sostiene que la normativa le permite aparcar sobre la acera

El hombre, que a sus 34 años tiene acreditado el 61% de discapacidad por efecto de poliomielitis, admite que es un pesado. Se pasa el día reclamando que el Consistorio cumpla la normativa y "facilite las condiciones de vida a los minusválidos". "Y eso que yo no soy de los peores", dice en alusión a sus compañeros de fatigas que sí van en silla de ruedas. Él, aunque con dificultad, puede caminar. Antes trabajaba como ordenanza del Consistorio. Ahora cobra una pensión de 750 euros al mes. "Y sólo en multas, me he dejado ya 330 euros", sostiene.

El enfado de Juan Carlos es monumental. Sobre todo, porque hay otros conductores que "aparcan en espacios reservados para discapacitados y no son castigados". Lamenta, además, que algunos vecinos suyos hagan un uso fraudulento de las tarjetas, o utilicen documentos falsificados. Por eso está "cabreado". Por eso y porque estar al día de los pagos es uno de los requisitos para acceder a un piso de protección oficial en Granollers. Y él es uno de los solicitantes.

Juan Carlos aparcó el coche sobre la acera de la plaza de Serrat i Bonastre, junto a la estación de Renfe de Granollers. Las dos ruedas del lado izquierdo tocaban el asfalto, mientras que las otras dos y la mayor parte del volumen del coche permanecían sobre la acera, que mide unos seis metros. "Allí no molestaba. Y menos a esa hora, que no hay nadie por la calle". En su informe, el policía municipal que le denunció relata que dejó "un tiempo de tolerancia" antes de multar a la furgoneta "de color negro" (aunque, en realidad, es azul marino). El agente interpretó, en cualquier caso, que el vehículo "restaba movilidad a los peatones y a los usuarios de la vía de circulación" y reseña en su informe de denuncia que "observó la tarjeta de aparcamiento para personas con disminución" en la parte delantera.

El decreto 97 / 2002 de la Generalitat, que regula el uso de esta tarjeta, indica que quienes la poseen pueden "estacionar, por el tiempo imprescindible, en cualquier sitio de la vía pública", según su apartado f. Esta afirmación, a juicio de diversos abogados que trabajan para asociaciones de discapacitados, "avala" el recurso de Juan Carlos ante el Consistorio.

El agente, no obstante, también informa de que "muy cerca" del lugar donde se encontraba el vehículo, "hay una plaza reservada de aparcamiento para personas con disminución". En la misma línea se expresa el concejal de Seguridad Ciudadana de Granollers, Juan Manuel Segovia, que apoya plenamente la decisión de la Policía Local y asegura que no piensa rectificar: "Podría haber aparcado en una zona de carga y descarga que no utiliza nadie y que a esas horas está vacía", detalla. A este respecto, la norma es aún más clara: se puede aparcar "sin ninguna limitación de tiempo y sin obtener comprobante, en los estacionamientos con horario limitado y en las zonas de carga y descarga".

Los responsables de los gabinetes jurídicos de las asociaciones admiten que este factor (la disponibilidad de plazas) debe tenerse en cuenta a la hora de aplicar la sanción o no hacerlo. Pero insisten en que a Juan Carlos le ampara el apartado f del decreto.

Hace más de un año, el Ayuntamiento de Granollers multó a Khalid Zerguini, de 36 años, por estacionar su coche en una zona de carga y descarga. La grúa se llevó su Megane porque, a juzgar por el testimonio de algunos trabajadores de un supermercado, el vehículo lo utilizaba "una señora" que no es minusválida, y no el propio Zerguini, que sí lo es. El Consistorio admitió finalmente el error y devolvió al hombre los 95 euros que abonó para sacar el coche del depósito municipal.

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Sobre la firma

Jesús García Bueno
Periodista especializado en información judicial. Ha desarrollado su carrera en la redacción de Barcelona, donde ha cubierto escándalos de corrupción y el procés. Licenciado por la UAB, ha sido profesor universitario. Ha colaborado en el programa 'Salvados' y como investigador en el documental '800 metros' de Netflix, sobre los atentados del 17-A.

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