Zona de turbulencias

Los productos financieros han entrado en una fase de turbulencias en la que resulta complicado averiguar qué mercado influye sobre los demás.

El Ibex 35 cerró esta jornada con un avance del 0,30% y sobre los 13.500 puntos, más o menos en línea con el resto de las plazas europeas. Como el día anterior, el principal índice de la Bolsa española registró oscilaciones de 200 puntos para terminar la sesión en una zona intermedia.

Los mercados de deuda continúan apostando en firme por una subida de los tipos de interés, con fuertes subidas de la rentabilidad de los bonos a 10 años en Europa y Estados Unidos. Al tiempo, el mercado del petróleo sorprendía con subidas iniciales y un recorte posterior que situaba el precio del barril ligeramente por encima de los 127 dólares en Nueva York y por debajo de ese nivel en Londres.

Esos movimientos de los productos financieros encajan a medias con los datos económicos conocidos ayer, y así, mientras que parece lógico que la rentabilidad de los bonos suba ante el crecimiento de la masa monetaria en la eurozona y la revisión al alza del PIB del primer trimestre en Estados Unidos, nadie se explicaba el descenso en los precios del petróleo.

Las economías de la eurozona ofrecen aspectos muy diferentes en las últimas semanas, con España destacando en inflación y en desaceleración y Alemania haciendo alardes de estabilidad en cuanto al empleo de mayo se refiere.

Para los inversores parece claro que subirán los tipos de interés, lo que no encaja con las moderadas reacciones de la renta variable, y también se muestran convencidos de que la recesión en Estados Unidos, si llega, será de muy corta duración, lo que tampoco explica la orientación a la baja del precio del petróleo en los últimos días. Algunos observadores aventuran la hipótesis de un cambio de orientación en los contratos de futuros, que ahora podrían apuntar a la baja para aprovechar la corrección de los precios.