Entre Granada y Hollywood
Miguel Mesas producirá dos películas de animación este verano en EE UU
Cuando alcanzó la mayoría de edad, Miguel Mesas (Granada, 1980) ya había puesto en el mercado cuatro cortometrajes, un juego de ordenador y un disco de rock gótico con su banda Sonata Nocturna. Ahora, una década después, el joven productor ha logrado captar el interés de varios estudios de Hollywood hacia sus dos nuevos proyectos, El lagarto hipotético y Subversive beauty, que fueron presentados en la última edición del festival de Cannes y en los que comenzará a trabajar en EE UU este verano, gracias a las ofertas que han llegado a través del agente y representante de Robert Rodríguez y Benicio del Toro, y que parten de empresas como Columbia Tristar, Warner o Fox, que producirán las dos películas de animación.
"Subversive beauty' estará llena de sorpresas de principio a fin"
"Con Internet, teléfono y aviones puedes vivir donde te dé la gana"
Para Mesas, que en la actualidad vive en una nube, el festival de Cannes fue "realmente productivo y muy divertido". "Tuve la oportunidad de hacer muchos negocios y disfruté mucho más riéndome con ejecutivos de estudios que con el resto de parafernalias, ya que para las juergas tengo a mis colegas, como ha sido y seguirá siendo siempre", afirma.
En este sentido, el festival resultó muy productivo para el joven, que dice no haber dormido apenas y haber pasado "unos días horribles", ya que se vio obligado a elegir un agente casi sin saber nada del mundo del cine. "Al final resulta que tengo uno de los mejores agentes de todo Hollywood y que he firmado con el mismo bufete de abogados que trabaja con Peter Jackson", explica sin pretender esconder la importancia de su éxito.
La primera película que ha interesado a los productores norteamericanos es Subversive beauty, una adaptación de un libro ilustrado de Luis Royo, que participará en la cinta como director artístico. Se trata de una película al estilo de 300, pero en un mundo en el que sólo hay mujeres. Es una aventura épica de fantasía que, según su creador, "estará llena de sorpresas de principio a fin".
El segundo proyecto es El lagarto hipotético, una película de Ferran Brooks, editor y publicista que adquirió los derechos de Watchmen, V de Vendetta y Constantine, entre otros comics. "Es de los pocos productores independientes que se fijó en mi trabajo desde el principio", explica Mesas, que promete "una historia de amor para adultos sobre la posesión y la autodestrucción de la pareja, que estará al mismo tiempo llena de fantasía, porque ocurre en un mundo donde la magia es una parte normal de la vida".
Pese a que en España el cómic y el cine van ganando espacio, el joven reconoce que si hubiera tenido que esperar una primera oportunidad en su país se habría "muerto de viejo" durante la espera. "Tuve que coger y decir: 'a tomar por saco, pues me hago mi película yo". Entonces se puso manos a la obra con un proyecto titulado Fan Films, pequeños cortometrajes sobre sus cómics favoritos, que tuvieron una repercusión inmediata en EE UU. "Aquí nadie se inmutó lo más mínimo, a excepción de la gente en Youtube, pero de industria ni un alma", explica.
A pesar de esta circunstancia, Mesas opina que Andalucía no es un mal lugar para dedicarse al cine. "Es tan bueno como cualquiera, como si quieres vivir en la Patagonia. Con Internet, teléfono y aviones puedes vivir donde te dé la gana y hacer negocios con cualquier parte del mundo", argumenta. Sin embargo, asume que el cine español "no parece muy compatible" con el tipo de cine que desarrolla. "Ya veremos cómo va cambiando todo eso en estos años. Las buenas intenciones sobran. El problema viene en la práctica", asegura.
Mesas habla con satisfacción de su paso por Cannes y rememora sus dos mejores recuerdos del festival. "¿En Cannes? Mmmm... Cuando me llamó al móvil la vicepresidenta de un importante estudio y me pilló en el baño. Eso y la mirada de Natalie Portman", concluye.
"Soy yo mismo gracias al 'heavy metal"
Con 12 años el productor de cine granadino Miguel Mesas hacía cortos de animación por ordenador, con un programa jurásico que se llamaba Deluxe Saint Animation. Después, en el instituto, se dedicó a rodar cortos o documentales en lugar de entregar trabajos escritos. "No sé cómo conseguía que me los aceptaran, pero al final siempre me ponían sobresaliente", recuerda Mesas.No tardó en darse cuenta de que su vocación sólo podría conducirle a la facultad de Bellas Artes, donde participó en varios cortometrajes y en alguna película. Tras licenciarse en 2002, rodó su primer corto de animación, con el que logró varios premios. Fue entonces cuando se fijó en él la compañía Euromedia, dedicada a la publicidad, los vídeos de empresa y algunas otras facetas en las que encontraba más margen para sus inquietudes artísticas.Mientras tanto, Mesas fundó su propia productora, Heavy Metal Productions. "Fue después de leer algunos guiones de Hollywood con una calidad asombrosamente baja, algunos con presupuestos de hasta 60 millones de dólares", reconoce orgulloso del nombre de la productora. "Soy yo mismo gracias al heavy metal y no puedo imaginarme cómo sería yo de otra manera. No es sólo la música, es un poco el ambiente en el que me he movido. La vida que he tenido desde mi adolescencia no se puede concebir si no hubiera escuchado aquella vieja cinta de Metallica que cambió mi vida a los 12 años", comenta el cineasta granadino.Con respecto a su formación, Mesas se considera un autodidacta. "Manejo decenas de programas de ordenador y nunca leí ni un solo manual. En la facultad, la mitad de los profesores nunca te enseñaban nada, seguramente porque tampoco lo sabían, y te veías forzado a aprender tú solo. Hay algo que es evidente, los grandes maestros no están dando clases en las aulas, están haciendo películas. Por otro lado, sobre efectos especiales todo es muy nuevo y especializado. Así que tienes que renovarte sin ayuda de nadie", concluye Mesas.Sin duda alguna, la fuente de la que se nutre el trabajo del joven granadino es el cómic, al que define como "un arte gráfico y narrativo". El productor de cine añade que "todas las artes son cultura", aunque "la palabra en sí, a menudo se use de una manera muy esnob". En opinión de Mesas, el que no sabe que el cómic es uno de los núcleos artísticos clave del mundo actual es "un inculto".
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