Las concesiones eólicas son la clave del acuerdo para la nueva papelera

Las concesiones eólicas en el concurso convocado por la Xunta para adjudicar 2.300 megavatios nuevos parques eólicos se han convertido en un elemento clave para cerrar el acuerdo de la nueva compañía papelera que reemplazaría al complejo de Ence en Lourizán (Pontevedra).

Fuentes del sector dan por seguro que el objetivo de la nueva sociedad que los empresarios Manuel Jove, Jacinto Rey y Epifanio Campo negocian con el presidente de Ence, Juan Luis Arregui, es, además de la nueva planta, optar a unos 1.000 megavatios de potencia (unos 500 aerogenedores), más del 40% del total a adjudicar, lo que significaría una inversión de 1.500 millones de euros, que se sumarían a los 500 del coste de la fábrica de celulosa y papel. En medios de la Administración barajan una concesión vinculada a este proyecto de unos 100 megavatios. Los tres empresarios han presentado ofertas por separado al concurso eólico, que de momento mantienen.

En las negociaciones con Ence, el trío integrado por Manuel Jove, ex presidente de Fadesa; Jacinto Rey, presidente de Constructora San José, y Epifanio Campo, hasta el año pasado copropietario de Siderúrgica Añón y accionista del Banco Gallego, aspira a asumir la mayoría del capital de la nueva compañía papelera. No descartan la incorporación de más socios al proyecto. La sociedad podría tener también participación pública. Las negociaciones para crear la sociedad tienen el 18 de junio como fecha límite, día en que se cierra el plazo de plicas al concurso eólico.

La aspiración a complementar este negocio con el de la generación eléctrica es el principal incentivo por la rentabilidad asegurada de los parques eólicos y porque las bases del concurso priman factores como la capacidad económica y los planes industriales aparejados a los parques eólicos pertenezcan o no sus promotores al sector eléctrico. Según la Orden de Industria uno de los aspectos que más se valorará (30 puntos sobre un total de 100) es el "alcance, viabilidad e interés social" de la propuesta de compromisos adicionales". En este caso, el proyecto industrial de la nueva compañía incorpora el ciclo integrado del papel (la actual planta de Lourizán sólo fabrica pasta de celulosa) y resolvería a corto plazo el problema medioambiental que soporta Pontevedra.

Mientras negocian la nueva sociedad, Jove, Rey y Campo perfilan también sus propuestas individuales al concurso eólico, al que acudirán además otros grandes grupos empresariales gallegos. Inicialmente, el ex presidente de Fadesa se unió, a través de Gaelsa Energías, a empresarios como Epifanio Campo y Manuel Edelmiro Añón, ex propietarios de Siderúrgica Añón.

Por su parte, Jacinto Rey, que inicialmente negoció su participación en el concurso con grupos como Coren o Copasa, optó finalmente por crear la sociedad Enerxías Renovables de Galicia. Lo hizo ocho días antes de presentarse en solitario al concurso e incorporó a esa sociedad a ejecutivos procedentes de otras empresas. San José, la constructora que preside y que acaba de integrar a la inmobiliaria vallisoletana Parquesol, ya ha anunciado su intención de crear una potente división energética en el seno del grupo.

Ence, el grupo con el que están negociando los tres inversores, tampoco descarta presentar su propio proyecto al concurso eólico. La compañía, que entre sus accionistas cuenta con el presidente de Unión Fenosa, Pedro López Jiménez, que a título individual controla un 5% del accionariado, prosigue su plan de inversiones en Lourizán, de unos 20 millones de euros hasta 2011, mucho menor que el de otras plantas del grupo.

La concesión administrativa de la celulosa en Pontevedra vence en 2018. Uno de los contratiempos para sus planes que el grupo liderado por Jove, Rey y Campo ha hecho llegar a la Administración gallega es la reciente aprobación de la Autorización Ambiental Integrada para Elonsa, la fábrica de cloro de Ence, por otros tres años más, hasta 2011, ya que incrementa la capacidad de negociación de la compañía presidida por Arregui para llevar a buen término el proyecto de la papelera.

Ni las capacidades ni la ubicación de la nueva planta de papel están todavía decididas.