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San Telmo, un museo de la sociedad

El centro donostiarra ha diseñado un borrador de contenidos que pasa por recordar los hitos del pasado y asomarse a los desafíos del futuro

Las obras de rehabilitación y ampliación del Museo San Telmo de San Sebastián arrancaron en abril de 2007 y marchan a buen ritmo, aseguró ayer el delegado de Cultura, Ramón Etxezarreta. El alcalde, Odón Elorza, y su equipo esperan que estén finalizadas para septiembre de 2010. Así que ahora es tiempo de acelerar para llenar el continente de contenido. San Telmo será un museo de sociedad, un museo cuya misión será "ayudar a conocer y comprender las claves de la sociedad vasca".

Así consta en el borrador de contenidos temáticos de San Telmo, que servirá como base para sacar proximamente a concurso el proyecto museográfico. "La puesta en valor de los hitos o puntos de inflexión que han modelado la sociedad y los desafíos de futuro a los que debemos dar respuesta construirán la espina dorsal" de la exposición permanente, señala el texto.

El área de Bellas Artes mostrará a los creadores vascos del XIX y XX

El viaje por el nuevo San Telmo, en el que se combinarán las colecciones propias con las nuevas tecnologías, arrancará en su claustro, del siglo XVI. A partir de ahí, el visitante podrá conocer la historia del edificio y sus sucesivos usos en el apartado De convento a museo, cuando se incorporaron los lienzos de Sert.

San Telmo quiere incidir en la idea central de los museos de sociedad: el hoy como consecuencia del ayer o, lo que es lo mismo, la capacidad del ciudadano para construir el futuro. Por eso, presentará los que considera los cinco "desafíos más significativos": la paz, un mundo interconectado, un mundo sostenible, inmigración e interculturalidad y Europa.

El área Huellas en la memoria sintetizará "los grandes hitos" que han construido la memoria del País Vasco, desde el mundo mitológico hasta la Compañía de Caracas, pasando por los balleneros, según detalló la directora del centro, Susana Soto. El despertar de la modernidad se adentrará en los siglos XIX y XX, que concentran gran parte de las principales claves para entender lo que hoy en día conforma la sociedad.

Las Bellas Artes tendrán un espacio propio, aunque con distintas secciones. En una se mostrará el arte vasco de los siglos XIX y XX. Otra se reservará para los pintores Ignacio Zuloaga y Antonio Ortiz de Echagüe. Y una tercera recorrerá figuras destacadas del XV al XX, como Rubens, El Greco o Miró.

La exposición permanente se completará con exposiciones temporales, para las que San Telmo dispondrá de 1.400 metros cuadrados.

Una cripta del siglo XVI en el ábside

El control arqueológico que se realiza en las obras del Museo San Telmo ha dejado al descubierto en el ábside de la iglesia los restos de la que fue su cripta principal, habilitada para enterrar a los fundadores del convento: Alonso de Idiáquez y su mujer, Gracia de Olazabal. Todavía no se ha comenzado a datar los vestigios, pero se da casi por seguro que se remontan al siglo XVI, que es precisamente cuando se creó el convento, según apuntó ayer la directora del centro, Susana Soto.

Aunque tanto ella como el delegado de Cultura, Ramón Etxezarreta, no quisieron dar muchos detalles sobre el hallazgo -se remitieron a una próxima presentación pública-, sí facilitaron los datos básicos. Se trata de una cripta rectangular de unos 25 metros cuadrados realizada en sillería arenisca de la que sólo se conserva la escalerilla de acceso, la planta y el arranque de una cubierta abovedada.

En cualquier caso, lo más destacado de este hallazgo es la confirmación definitiva de su existencia, ya que hasta el momento sólo se había transmitido mediante varios textos, pero no existía constancia real de la misma. Ahora, los arquitectos encargados de la rehabilitación y ampliación de San Telmo, Fuensanta Nieto y Enrique Sobejano, están estudiando la solución arquitectónica y museográfica más adecuada para poner en valor y mostrar este descubrimiento.

La cripta es el hallazgo más importante, pero no el único. Dentro de la sala capitular, en la zona más próxima al claustro, se han encontrado un total de 14 esqueletos que podrían remontarse a los siglos XVII y XVIII y que en estos momentos están siendo estudiados por especialistas de la Sociedad de Ciencias Aranzadi. En este caso, sin embargo, la idea inicial es entregar los restos al Gobierno vasco, competente en esta materia, aunque no se descarta incorporarlos a los fondos del propio museo.

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